Me ha sorprendido gratamente esta serie danesa de siete capítulos. Dinamarca tiene que ser abandonada por culpa del cambio climático. Todos los daneses se convertirán en refugiados en poco tiempo.
VINTERBERG demuestra una gran maestría en esta parábola sobre la emigración forzada, abordando con sentido común el melodrama romántico, la toma de decisiones, la solidaridad internacional y el futuro inmediato.
Laura (Amaryllis August), la Mary Sue adolescente que acapara el protagonismo durante los últimos episodios, debe escoger entre seguir en el éxodo a su necesitada madre (Paprika Steen), a su padre protector (Nikolaj Lie Kaas) o a su pareja y enamoradísimo, Elias (Albert Rudbeck Lindhardt).
Cada vez que esta chiquilla debe tomar una decisión trascendente, suena una guitarra triste, que arpegia como Gustavo Santaolalla en ‘The Last Of Us’.
"Familias como la nuestra" es una serie tremendamente creyente. Humanista, si se quiere, religiosa si se sospecha. Y más edificante que protestona. SALUD.
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