Es el mejor alegato antibelicista del último decenio. El estonio Elmo Nüganen consigue que los cinco minutos finales de la película te golpeen el corazón ante la "odiosa barbarie inhumana" cuya única esperanza son esos hombres "de mirada inocente que se sienten culpables".
Ellos serán Juri (que lucha para los alemanes) y Jogi (que lucha para los rusos). Uno matará al otro por el azar de la guerra, pero también será vilmente asesinado por un comandante rojo, ciego en su fanatismo (ordena la ejecución de cuatro chavales indefensos de dieciséis años).
Cada mitad de la película se verá desde un punto de vista diferente, y la conclusión será la misma: ni las SS ni el Ejército Rojo darán paz a los estonios de buena voluntad porque detrás de ellos sólo se encuentran el mal y la locura.
Durante toda la guerra ambos bandos han resquebrajado familias enteras que se verán atrapadas en un bando u otro. Más que una guerra mundial, es una guerra civil. Las pequeñas dosis de humanidad vendrán dadas por la gente sencilla que ve como han roto su país, su modo de vida, sus haciendas, sus sueños. Y las dos cartas escritas por los protagonistas que quedarán en la memoria histórica para que aprendamos a no colaborar jamás en ninguna guerra.
Extraordinaria banda sonora de Jaak Jürisson que pone la antítesis a tanto ruido loco de balas, morteros, tanques,.., y muertes.
Perfectas interpretaciones de Kaspar Velberg, Kristjan Üksküla y Maiken Schmidt que dan credibilidad a una parte histórica desconocida de un país europeo como Estonia.
Escenas memorables:
* las claustrofóbicas trincheras con disparos y bombas impactando contínuamente durante la batalla de Tannenberg;
* la propia vista aérea de toda la zona bélica, pocas veces vistas en la historia del cine, y que aterra pensar lo pequeño que somos y lo poco que importamos ante una masacre semejante;
* la de las dos cartas que darán sentido a toda la película, escritas desde el corazón de seres aplastados por la penalidad de la guerra;
* las dos muertes instantáneas de los protagonistas, en un visto y no visto, que sorprenden a los espectadores;
* la estancia amorosa de la iglesia entre la hermana de Juri y Jogi, único consuelo ante tantas desgracias y tristezas;
* como Jogi salva la vida a la niña que juega con su muñeca ante el ataque de los aviones enemigos y que queda reflejado en el cartel anunciador;
* el esperpéntico discurso del político estonio ante las tropas y la entrega de una fotografía firmada del Führer;
* el impactante disparo en la frente a uno de los hermanos gemelos recién llegados al frente;
* la parada bélica de los soldados de ambos bandos que con sus miradas dicen todo el sufrimiento que llevan dentro;
* la llegada victoriosa a Tallín de las tropas que han servido para Moscú, premonición de muchos años de dictadura comunista. ¿Para esto lucharon?
Si tienen la oportunidad de ir a verla, no lo duden. Es una auténtica lección histórica y ética. SALUD.
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