En plena crisis económica y política, viene de maravilla esta obra de Roberto Andò pero, sobre todo, la frescura de Toni Servillo - tratado en este blog en "La gran belleza" -, interpretando las dos caras opuestas - en dos hermanos gemelos -, del principal representante de la oposición en Italia (Enrico Oliveri).
Dos papeles para mostrarnos cómo es el político de hoy día y cómo debería ser.
Después de su antológico Jep Gambardella en La grande belleza, está por encima del bien y del mal interpretativamente hablando, "compartiendo plaza en el Olimpo de los grandes junto a los Mastroianni, Sordi o Gassman"(Juan Solo).
El verdadero jefe de la oposición, Enrico, encerrado en su propio laberinto, hundido en las encuestas y cuestionados por los suyos, decide dar la "espantá"("Quiero ver qué harán esos imbéciles sin mí"). Su partido no sabe dónde está y buscan al hermano gemelo: Giovanni.
Giovanni Ernani, el hermano filósofo y recién salido de un sanatorio mental -por su problema de bipolaridad -, representará la parte poética, lúcida, positiva y alegre de toda la película. Ojalá existiera en la realidad un político así. Ganaría de calle cualquier elección. Todo consiste en acercarte a los problemas reales de las personas de carne hueso - no a las frías estadísticas -, en su día a día - no en la macroeconomía -.
En esta fábula humana, la moraleja vendrá dada por la verdadera pasión en las pequeñas cosas diarias: poner una chispa de humor en el existir cotidiano, bailar, escuchar música, ..., ser honesto, amar y ser amado.
Escenas memorables, a saber:
* el juego del escondite junto al Presidente de la República Italiana entre globos terráqueos;
* el baile de un tango descalzos con la canciller;
* la tierna despedida a la chiquilla de su ex-amor juvenil;
* la cara del comité del partido durante la primera aparición de Giovanni;
* el duelo dialéctico en las ruedas de prensa con los propios periodistas;
* el baile como terapia en el centro psiquiátrico;
* las vistas nocturnas de París y Roma;
* las confesiones de la ex-amante de ambos hermanos desde la madurez y la nostalgia ("me encantaba tu ojo derecho y su ojo izquierdo");
* las reflexiones y soliloquios de Enrico ("los políticos son mediocres porque los electores son mediocres y si roban es porque sus electores roban o les gustaría robar";"los políticos no tienen amigos"); y,
* las llamadas telefónicas entre los dos hermanos, sus silencios de dos mundos diferentes pero de un solo corazón afectivo.
Película idónea para olvidarte de las miserias cotidianas y sonreír durante una hora y media. SALUD.
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