En pocos días se nos han ido dos de nuestras queridas perritas. Es lo duro de adoptar los animalitos que nadie quiere: los más enfermos, los más viejos, los más desahuciados. Laika procedía del "campo de concentración" de un señor con síndrome de Noé. Completamente traumatizada con el ser humano, especialmente con los hombres. Pero la sabiduría y la paciencia de Celia, consiguió que viviera en el paraíso de Animalandia (incluyendo viajes a Galicia) durante cuatro años, hasta que la metástasis la ha devorado por dentro. Descanse en paz. SALUD.
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