Más vale tarde que nunca: el restaurante Weisshorn, merece la pena.
En la calle Sevilla nº 30 destaca este local de comida árabe andalusí.
Nada más entrar te sientes en un sitio agradable.
Varios cuadros propios decoran el patio interior.
La mesa que escogimos esconde una puerta con historia.
Existe un apartado con tres mesitas más.
Roberto y María Eugenia han sabido dar al local una ambientación especial y dispensan un trato excelente.
Buenísimos el pan, el humus, el falafel, la pastela de pollo, las croquetas Weisshorn, el cuscús con verduras y el pastel de chocolate. Nos queda mucho por descubrir.
El apreciado té moruno es invitación de la casa.
La mejor relación calidad-precio que he conocido hace muchos años. Abren viernes, sábado y domingo. Repetiremos. SALUD.
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