Que hay que aprovechar los momentos buenos, es una enseñanza de la propia vida.
Los malos momentos llegan solos y a traición.
Por eso, suelo disfrutar los viajecitos, antes, durante y después de ellos.
Es lo que nos vamos a llevar a la otra vida: los buenos recuerdos.
Viajar es la mejor forma de no ser nacionalista.
Mi guapísima cuñada, Chus, ante el Teide.
Mi cuñado, Manolo, compañero de paseos, reflexiones y copas.
La familia gallega rumbo a lo desconocido.
Con cara de frío como dice mi librero José Manuel.
Preocupación de Manolo por la situación del Depor.
Mi preciosa sobrina Laura.
Mi simpático sobrino Miguel.
Mi brujilla preferida de pelo rojo. Me echará la bronca por ponerla en el blog. SALUD.
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