"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

miércoles, 20 de junio de 2012

CCOO: del sindicalismo de clase al pesebre de las subvenciones



HA LLEGADO EL MOMENTO DE EXIGIR A CADA CUAL SU RESPONSABILIDAD EN ESTA CRISIS.  QUIM BOIX ES BASTANTE CLARITO EN SU EXPOSICIÓN. SALUD.

Quim Boix. Fundador de CCOO, actualmente de la Central Sindical Unitaria ( CSU) de Pensionistas y Jubilados y miembro de la dirección de la FSM
PRESENTACIÓN.-
" Creo necesario autopresentarme, para que el lector sepa mi trayectoria personal y para que nadie crea que no he valorado el importante papel histórico y de defensa de la clase obrera que fue el desarrollado por las CCOO desde que las fundamos, en plena dictadura fascista, hasta que empezó su transformación en un sindicato con dirigentes vendidos a la patronal y al gobierno de turno.
Me incorporé a las CCOO desde mi primer trabajo asalariado, el año 1.968. Por defender a CCOO fui despedido en 8 ocasiones (tanto de empresas privadas como públicas). En el año 1.969 fui el primer ingeniero industrial que se enfrentó a una empresa, en la ciudad de Barcelona, acudiendo a la Magistratura de Trabajo. Fui detenido 11 veces por la dictadura franquista y torturado. Condenado dos veces por el TOP (Tribunal de Orden Público, sucesor de los consejos de guerra cuando la dictadura aparentó dejar de usar los tribunales militares para temas políticos).
Dediqué 4 años de mi vida a trabajar todo el día por CCOO, sin cobrar de ellas, aprovechando 2 carnets de paro (que en España entonces duraban 2 años, antes de que los dirigentes de CCOO iniciaran la práctica de aceptar y firmar la pérdida de derechos adquiridos). Fui el vice responsable estatal de los TPCs (Técnicos, Profesionales y Cuadros), participando en el órgano máximo estatal de CCOO, en la etapa de Marcelino Camacho. Me opuse a la designación de Antonio Gutiérrez Vegara como sucesor de Camacho y también a la desafiliación, en la década de los 80, de CCOO de la FSM (Federación Sindical Mundial).
Dejé CCOO al jubilarme dado que CCOO no lucha hoy por defender los derechos de este colectivo y solo los organiza para hacer excursiones y actividades culturales. Hasta ese día fui el máximo responsable de CCOO en mi centro de trabajo, donde los trabajadores me colocaban (en votación pública y abierta, no usual en CCOO) en el primer lugar (al ser el más votado) a pesar de tener el sueldo de ventaja de ingeniero y a pesar de ser criticado por la patronal como comunista. Pero siempre respeté los acuerdos de las asambleas de trabajadores.
Ahora soy dirigente del nuevo sindicato CSU (Central Sindical Unitaria) que hemos fundado para sindicar a los casi 9 millones de Pensionistas y Jubilados del estado español que no están organizados. La CSU está afiliada a la FSM.
GLORIOSA HISTORIA DE CCOO.-
Nacieron en plena dictadura, como organización clandestina. Resistieron frente a la dura represión (que incluyó muchos trabajadores asesinados, además de despedidos, torturados y encarcelados o exiliados) y tuvieron el respeto y apoyo de la mayoría de asalariados. Solo así se puede explicar cómo arrancamos a Marcelino Camacho de la cárcel, y lo mismo con otros muchos dirigentes.
En CCOO entonces era norma, no transgredible, el respetar los acuerdos de las asambleas de trabajadores. La democracia de base hizo fuertes a CCOO a pesar de la represión fascista.
Corresponden a esta etapa, que dura hasta mediados de los años 80, los grandes logros y conquistas reivindicativas para la clase obrera, en condiciones laborales (convenios colectivos), seguridad en el trabajo, formación sindical, seguridad social (incluida la salud y las pensiones), etc. Conquistas que se arrancaron con largas luchas, huelgas, manifestaciones y muchas asambleas, cuyos resultados eran entonces respetados por los dirigentes de CCOO. Entonces CCOO se definía a sí mismo como sindicato de clase, democrático, independiente, asambleario, reivindicativo y sociopolítico.
Esta gloriosa historia empezó a degradarse cuando el PCE se transformó en un partido eurocomunista y su máximo dirigente, Santiago Carrillo (hoy en el PSOE, partido socialdemócrata que gestiona el capitalismo alternándose en España con el PP), intervino en las decisiones sindicales, enfrentado a los deseos de la base afiliativa de CCOO.
Un claro ejemplo de ello es el “Acuerdo Interconfederal”, firmado por la cúpula de CCOO el año 1.983. Se hicieron, en especial en Cataluña, asambleas en todos los centros de trabajo para que los trabajadores decidieran si consideraban oportuno que se firmara el pacto social citado. La gran mayoría (después de sumar todos los votos emitidos) dijo NO a la firma, pero el máximo dirigente de CCOO en Cataluña, José Luís López Bulla, votó SI en Madrid (por la presión de la dirección del PCE) en el momento de la decisión estatal sobre la firma. Aquí empezó de forma clara el proceso de degradación del sindicalismo de clase en el estado español.
Los esfuerzos de casi 30 años de batalla interna por rectificar estas actitudes de entrega al sistema capitalista no han conseguido más que constantes expulsiones de CCOO de cuadros dirigentes. Así han nacido en España, en los últimos decenios, demasiadas organizaciones sindicales de clase (muchas han pasado, a nivel de empresa, a ser mayoritarias frente a CCOO) poco coordinadas entre sí hoy aun.
LA TRISTE REALIDAD DE LA ACTUAL DIRECCIÓN DE CCOO.-
Hoy quien decide en CCOO ya no son sus afiliados, que aun en gran mayoría son partidarios del sindicalismo de clase frente al sindicalismo de concertación o conciliación con la patronal. Hoy CCOO ya no se define como sindicato de clase, pues ha abandonado esta terminología y ahora usa la de “agentes sociales” en lugar de hablar de clases sociales, es decir que usa (y no solo en este tema) la terminología de la patronal.
Las finanzas del sindicato se sustentan en un porcentaje elevadísimo (muy superior al 70 %, variando cada año) gracias a las subvenciones de muy variado tipo que recibe CCOO de la patronal y de los diversos gobiernos (europeo, estatal, regional, municipal) y de muchas instituciones, justificadas por presencia en reuniones de los dirigentes sindicales, pago de cursos de formación, aporte de las arcas públicas (por ejemplo de los Presupuestos Generales del Estado CCOO recibe cada año más de 10 millones de euros). Aunque la forma más perversa de recogida de fondos por CCOO es una cantidad por cada trabajador despedido que pagan las empresas a los sindicatos que firman, facilitando los despidos, el expediente de rescisión de contratos (justificado este dinero por los gastos jurídicos del sindicato en la tramitación del expediente). Es decir que si hay más despedidos el sindicato cobra más (y no son pequeñas cantidades, son en total millones).
A parte de ello CCOO recibe, cada año, para “invertirlos” directamente en Latinoamérica, cientos de millones de euros de la UE (Unión Europea) fundamentalmente, justificados como “Proyectos de Ayuda”, también llamados Proyectos de Solidaridad, que después se pagan en formas muy diversas, cursos de formación (¿con qué contenido?), anuncios en las publicaciones de los sindicatos latinoamericanos (por ejemplo en la segunda página del órgano mensual del PIT-CNT de Uruguay, y en el boletín de la mujer de la CGT de Perú) o como ayudas para hacer Congresos o comprar locales para la actividad sindical.
Como muestra de la degradación de los máximos dirigentes de CCOO solo voy a dar 3 ejemplos: 1) Antonio Gutiérrez Vegara, que sustituyó a Marcelino Camacho (a éste no pudieron corromperle), pasó de dirigente máximo de CCOO a diputado del PSOE y (salvo dos excepciones) votó siempre a favor de todas las medidas antiobreras que tomó la socialdemocracia. 2) José María Fidalgo, que asumió la sucesión de Antonio Gutiérrez, ha sido uno de los firmantes (junto a 49 grandes empresarios) del documento “Transforma España” que marca las medidas antiobreras que el capitalismo desea imponer, y ha apoyado la reciente campaña del Partido Popular para ganar el gobierno (dio su soporte, con declaraciones y fotos, a Rato –ex FMI- y a Rajoy en Canarias el 18-9-11 en un acto público de la cúpula del PP). 3) Juan Coscubiela, que fue por 13 años el máximo dirigente de CCOO en Cataluña, pasó de Secretario General del sindicato a profesor en ESADE, la universidad de los jesuitas donde aprenden a ser empresarios los hijos de la burguesía.
Esta realidad de “dejarse comprar” no se limita a unos pocos, lamentablemente se ha ido contagiando (con los años), llegando a la mayoría de los dirigentes de las estructuras territoriales y federativas del sindicato. El caso más escandaloso ha sido el de Mª Jesús Paredes, secretaria general de CONFIA (sector financiero de CCOO) cuando Fidalgo era S. Gral., que cobró (documentado ante los juzgados) muchos millones por “ayudar” a la firma de los convenios de Cajas de Ahorro y Bancos (en los que retrocedieron los derechos sindicales y laborales antes conquistados). En otros casos simplemente la empresa facilita el uso arbitrario de las horas sindicales, los ascensos a dedo de categoría profesional, las primas o vacaciones, u otras prebendas o ventajas.
En coherencia con lo anterior, en los últimos años son cada vez más los Pactos Sociales que firman los dirigentes de CCOO, sin nunca consultar a los afectados. Los más dañinos para la clase obrera han sido los estatales. El último este año 2.011 retrasando la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y ampliando los años a tener en cuenta para el cálculo del dinero a cobrar como pensión (éstos, en pocos años y con el apoyo de CCOO, han pasado de 2 a 25 años, lo que representa una reducción del 35% de promedio de lo cobrado como pensión). Todo firmado por las cúpulas dirigentes del sindicato sin consultar ni a su base afiliativa ni a los trabajadores afectados. Éstos han pedido ser consultados con centenares de cartas y resoluciones que la dirección de CCOO ha repetidamente ignorado (tengo los documentos que lo demuestran a disposición de quien desee verlos). En este mismo período CCOO, junto con UGT, han pasado a participar en los consejos de administración de los fondos de pensiones privados, aconsejados (cuando no obligatorios por convenio, como en SEAT para los trabajadores ingresados después del 2.002, sustituyendo los trienios) por los dirigentes sindicales para completar la mísera pensión pública. Así se entiende que SEAT facilite el cambio periódico del coche particular a los dirigentes sindicales de CCOO en ella.
Para completar su sumisión al sistema burgués han dejado en la estacada a miles de trabajadores despedidos. El caso más sangrante se ha dado en Telefónica, apoyando la supresión de miles de puestos de trabajo (de 75.000 a los 36.000 actuales, de los que ahora acepta CCOO que se supriman otros 6.000 más). Por ello hoy los nuevos sindicatos de clase en Telefónica (AST y COBAS) han pasado a ser mayoritarios en los grandes centros laborales como Madrid y Barcelona (en los pequeños y dispersos la patronal ayuda a que salgan delegados de CCOO). Pero eso no solo pasó en Telefónica, en SEAT, en el año 2.005, CCOO firmó un acuerdo para el despido de 600 trabajadores, sin aceptar la opinión de los trabajadores.
Como elemento final señalar que en los 3 últimos años CCOO solo ha convocado una huelga general, el 29 de setiembre de 2.010, pero sin ganas de hacerla. Igual que en la mayoría de manifestaciones que convoca su objetivo es canalizar, con la acción, solo el desfogue (sin buscar conquistas) de la rabia de los trabajadores contra la burguesía y el gobierno, como han reconocido públicamente sus dirigentes. Pongo solo un ejemplo, en la citada huelga general de hace más de un año, los dirigentes del territorio de La Rioja encabezaron un piquete anti esquiroles (el que fue al mercado central MercaRioja), conversaron con la policía que iba a disolverlo para que les dejara grabar las imágenes de TV con ellos en la cabeza del piquete, y una vez grabadas dijeron que había que disolverse, cosa que no hicieron los huelguistas, los dirigentes se fueron y la policía acabó a palos con el piquete. Desgraciadamente esa era la orientación general dada por la dirección estatal de CCOO para los piquetes de apoyo a la huelga general.
Triste y traicionera realidad la de los dirigentes actuales de CCOO".


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