Emblema para los vecinos de Artes, es el más largo de todo el municipio con sus 28 metros.
Rehabilitado por el arquitecto Carlos Seoane, finalista en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo.
La reforma dota al entorno de un incalculable valor, permitiendo a los visitantes disfrutar del sonido del agua que corre entre el río y el lavadero mientras permanecen sentados en los bancos habilitados para ello, también colocados por el arquitecto.
El entorno ofrece un parque biosaludable y una zona verde.
Existe una senda de más de seis kilómetros que discurre paralela al río Arlés, ideal para paseantes.
El lavadero fue construido en los años cuarenta, siendo un espacio exclusivo de la mujer, con su doble función como lugar de acceso al agua corriente para lavar la ropa, y también fundamental, como espacio de relación entre la mujeres del entorno.
Era un ámbito donde el hombre no podía entrar y donde las vecinas se relacionaban fuera del espacio del hogar marcado por la familia.
La grada tiene forma de "V" para formentar la interacción entre las personas que lo visiten.
El material básico es granito silvestre de Barbanza de una cantera situada a escasos 15 kilómetros del lugar.
¡Cuántas miles de historias se habrán contado mientras lavaban la ropa!
Debemos felicitar a los responsables de la recuperación de espacios históricos como este lavadero comunal.
Lois Patiño y David Chipperfield han loado este lavadoiro como espacio de sororidad.
Todo hace suponer que habrá un cortometraje que evoque este lugar de socialización de la mujer gallega. SALUD.
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