Me ha permitido rodear todos los roquedales que solo veía de frente sobre la arena.
Cada persona con su imaginación ve las figuras que quiera.
Los miles de años de erosión han contribuido a dar su fisonomía particular.
Guiado por el realismo mágico intenté localizar algún petroglifo nunca visto.
No encontré ninguno como era lógico.
Esto sería un Saint Michel pero con tres mil años más de historia.
La puerta de la Laguna de Carregal estaba rara sin agua.
Pocas veces podré repetir este circumpaseo a su alrededor.
Esta es la cara oculta, no visible en pleamar.
Parece una cabeza humana descansando.
Los mejillones adheridos a las rocas serían auténticas navajas en caso de despistes.
Casi todos los paseantes mañaneros disfrutaron rodeando el roquedal.
Miles de mejillones de todos los tamaños.
Daba gusto meter los pies en el agua transparente.
Otro roquedal que pudo verse desde la vertiente oculta.
Mi playa favorita nunca deja de sorprenderme.
Ojalá mi amigo MANOLO PERALES estuviese en GALICIA.
Gran andarino y conversador hubiese gozado de esta tierra gallega.
La primera mirada al llegar no me hacía barruntar la gran bajamar posterior.
A PEDRA DA RA presidiendo las alturas del monte.
Camino del que no se debe salir para evitar dañar el ecosistema existente.
Gracias a CELIA que fue quien hace más de veinte años me habló de la playa del Vilar.
Es una de las grandes maravillas de GALICIA.
Esta playa es la foto cabecera de mi blog. SALUD.
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