La última semana he disfrutado de la cercana playa de la Illa.
Es un remanso de paz, con un agua trasparente para observar su fondo marino, de manera increible.
Suele ser un lugar playero de personas mayores, de conversación tranquila y descanso sereno.
El promontorio rocoso, que da nombre a la playa, ha resistido impasible a las fuerzas de la naturaleza.
Visión en dirección a la playa del Cabío.
Bar de Ribeira con nombre andaluz y casi sanluqueño.
Visión panorámica de la playa A Illa.
Ahora llega el momento de empezar a trabajar para poder volver a este Paraíso.
Lunes y martes tuvimos niebla y orballo.
Simpática casa, con su sombra de parras, próxima al Pazo de Xunqueiras.
Galicia ya me tiene hechizado para siempre. SALUD.
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