Estamos hablando de más de cuatro mil años de antigüedad. Pues bien, a escasos kilómetros de casa encontramos el petroglifo Pedra das Cabra.
Resulta imposible llegar en coche y hay que adentrarse a pie unos cuatrocientos metros y saltar un pequeño arroyo.
En la zona más frondosa se esconde un tesoro, una obra de arte milenaria, en forma de dos cabras.
Las seis patas de cada animal representa el movimiento, algo inaudito y mágico para la Edad del Cobre.
Está situado en Figueirido (parroquia de Palmeira, concello de Ribeira), en la comarca de la embrujante Sierra de Barbanza.
Poco antes de llegar existe otra formación rocosa con forma muy curiosa.
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