El Athletic me dio otro gran disgusto cuando todo parecía favorable con el 2 a 2 de la ida.
En un San Mamés precioso y con un público entregado, los jugadores de Valverde, volvieron a decepcionar.
Ninguno de los miles de aficionados de casa esperaba la eliminación europea.
Ajeno a la debacle que vendría en unas horas.
Los 3500 seguidores del TORINO dieron una imagen ejemplar de deportividad y camaradería.
Al día siguiente del partido, aún los jubilosos turineses paseaban por las calles de Bilbao.
Lo mejor del viaje: la ciudad de Bilbao y sus múltiples encantos.
En lo gastronómico: el descubrimiento de las alubias de Gernika con sacramentos.
Y por último, reflexionando con un italiano universal, Giuseppe Verdi, si el Athletic será capaz de llegar a la final de la Copa. Ahora mismo, las posibilidades son muy escasas. SALUD.
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