"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

martes, 15 de enero de 2013

Político sin escrúpulos



Me resulta deprimente que un político no tenga escrúpulos.  RODRIGO RATO es ejemplo de ello. No es extraño que España haya caído tan bajo: cuando la ética que subyace en un sistema político hace aguas, todo se va al garete.
Aportemos pruebas, a saber:
1.  Fue vicepresidente del gobierno con Aznar, y su sucesor seguro, pero la "soberbia" le nubló ( ahora que conocemos su falta de ética, podemos estar agradecidos).
2. Presidente del Fondo Monetario Internacional , uno de los cuatro ejes del mal junto el Banco Mundial, la OMC (Organización Mundial del Comercio) y la OCDE. 
3. Gran alentador de lo que se llamó entonces "el milagro económico" -ahora sabemos que, en realidad, estábamos hablando de "la burbuja inmobiliaria"-, dejó a España y a sus instituciones en ridículo cuando dimitió, sin dar ninguna explicación, de su cargo de presidente del Fondo Monetario Internacional, que poco después emitió un informe en el que calificaba como "desastrosa" su gestión al frente del FMI.
4. Tras cobrar un sueldo de 200.000 euros anuales como asesor del Banco de Santander, compatibilizado con un puesto similar en La Caixa, llegaría su fichaje como nuevo hombre-milagro de otra institución en plena evolución: Caja Madrid, reconvertida en Bankia, con resultados de sobra conocidos. 
5. Sólo en 2011, Rodrigo Rato cobró 2,4 millones de euros como presidente de Bankia. Además de esta suma patrimonial, su gestión en la nueva entidad ha tenido otras consecuencias: su imputación por cuatro delitos en el caso Bankia -falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar los precios y apropiación indebida- y un ERE brutal que plantea el despido, en Bankia, de 4.900 trabajadores. 
6. Ha sido fichado por Telefónica, por "su experiencia y trayectoria" para "reforzar la visión global de la compañía". Si por "visión global" entendemos sueldazo -ya lo tiene- y su posterior desmantelamiento, además de imputaciones, Telefónica lo ha bordado. 
7.  Rodrigo Rato privatizó Telefónica, que ahora le acoge en su regazo. Es la teoría de la puerta giratoria: yo te privatizo, yo te beneficio, y tú luego me fichas cuando deje la política y además me pagas un pastón. 
CONCLUSIÓN: esta gente hace fortunas tras su paso por la política, aprovechando la información privilegiada que obtuvieron de su ejercicio de representación pública, para su posterior beneficio personal. Práctica no exclusiva de ex dirigentes del PP, sino también del PSOE. Legal, sin duda. Pero antidemocrática. En el caso de Rato indigna mucho más su sonriente desparpajo, mientras sus trabajadores de ayer son hoy puestos en la calle. ¿Cómo no desconfiar de los políticos? Qué vergüenza andante. SALUD.

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