"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

sábado, 15 de noviembre de 2025

Lectura Recomendada: "Algo que callar" de Eduardo Formanti

 

 Esta obra era una asignatura pendiente que tenía de las IX Jornadas de Novela Negra de Sanlúcar de Barrameda. Allí conocí personalmente a su autor. Me encantó su explicación sobre la dedicatoria del libro a su querido padre. En ese instante, me di cuenta de la carga emocional de lo que iba a leer.

Doscientas cuatro páginas jugosas de una emocionante historia poliédrica que encierra amores profundos, de los de verdad. JAIME (brillante abogado), BERNABÉ (su inseparable compañero de bufete), BLANCA (mujer de JAIME), RAMIRO (abúlico profesor universitario) y NAIRA (guía turística en París) nos mantendrán en vilo desde lugares tan dispares como Fuerteventura, Mesas de Asta, Sevilla, París y Santiago de Compostela. Se nota perfectamente el inmenso "trabajo de campo geográfico" sobre los emplazamientos.

Pero la pieza central espacial será la bella y enigmática isla de Fuerteventura. Cuando JAIME vaya a visitar al majorero mafioso, JUAN ERBANIA, para que asesine a su mujer, la suerte estará echada. "Mire usted, cuando aniquilo a una persona y digo persona, porque en alguna ocasión también he tenido que matar a un perro que ha mordido a un niño o a un burro que le ha dado una coz a un turista y ha espantado a la clientela de alguna hacienda, me gusta saber el porqué"(14).

Por otro lado, la obsesión de BERNABÉ por desenterrar los secretos de la impresionante Villa Winter (con todas sus leyendas sobre los nazis) y un cementerio abandonado donde la tumba de un vagabundo despiertan en él una inquietante fascinación. "A lo que me quiero referir es que vamos construyendo toda nuestra existencia sobre mentiras piadosas. Vamos camuflando la verdad con la retórica de lo que más nos conviene. Nos creemos tan especiales y originales que no podemos aceptar la verdad tal y como es, y necesitamos fabular y adaptarla a nuestros espurios intereses, para de este modo poder seguir viviendo nuestra gran mentira"(95-96).

RAMIRO Y NAIRA, protagonizan una de las historias de amor más profundas que haya leído en una novela negra. Elemento muy importante y fundamental que diferencia a nuestro escritor gaditano de otros. La eterna lucha entre EROS y THANATOS sigue vigente. Aquí vencerá el corazón aunque deje cadáveres por el camino. Son cinco vidas entrelazadas y una isla cargada de secretos. "Fuerteventura marcará el final de nuestra clandestinidad y el inicio de nuestra nueva vida"(113). "En Fuerteventura todos los caminos mueren en el mar, así que, si alguna vez me pierdo, para encontrarme sigue el rastro de mis huellas y verás cómo terminan en el mar"(143).

El lector queda atrapado en la inteligente trama urdida por EDUARDO FORMANTI. Todos tienen "algo que callar". Y les va la vida en ello. Los hilos del pasado y del presente se entreveran con dosis de traición, violencia, redención y misterio. Ninguno saldrá indemne al enfrentarse a sus propios fantasmas. "Nadie ha jugado limpio. Todos hemos actuado cobardemente"(186).

Quedo agradecido a EDUARDO por atraparme con su escritura (guiño a su dedicatoria).


Personajes:

Bernabé González Lazo: inseparable compañero de bufete de Jaime, obsesionado con la Villa Winter de Fuerteventura. 

Blanca: esposa de Jaime a la que quiere asesinar.

Charles Delacroix: padre del genial pintor. 

Cuentacuentos de la biblioteca de Antigua, morena de largas trenzas de azabache.

Fayna: mujer de Josué.

Francisco: vecino de Mesas de Asta y cliente del bar de los padres de Blanca. 

Gustav Winter: excéntrico ingeniero alemán que tras vagar por media Europa y Argentina, recaló en Fuerteventura.

Hermano adoptivo de Blanca, lascivo bobalicón de barriga holgona.

Indigente de la playa de Cofete.

Jaime: brillante abogado en la cima de su carrera. 

Josué: propietario de un bar cerca de la Villa Winter.

Juan Erbania: el viejo majorero mafioso. 

Madre adoptiva de Blanca.

Marina: ex mujer de Ramiro, compañera de promoción.

Maurice Talleyrand: controvertido ministro de Asuntos Exteriores de Francia.

Naira Guerra: joven guía turística de París. 

Padre adoptivo de Blanca

Pez Globo: vecino de la playa de Cofete.

Ramiro: abúlico profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, experto en la vida y obra de Eugène Delacroix.

Recepcionista del Hotel Bahía Real de Corralejo (Fuerteventura).


Frases lúcidas: 

* "Si no hay una buena historia, no hay trato, lo siento"(14).

* "Por el vil metal se había tapado la nariz para no oler la putrefacción que rezumaba su cliente y lo había defendido en sede judicial, ocultando datos o maquillando pruebas, refutando y derribando argumentos de la parte contraria, aun siendo consciente de la certeza de los mismos"(16).

* "Ya nada volverá a ser como antes y adondequiera que vaya y por más años que pasen, siempre tendré la sensación de tener las manos manchadas de sangre"(16).

* "- Una niña por otra, así me compensa Dios por mi mal fario"(20).

* "No soporto por más tiempo esta ciudad, me asfixio como un pez fuera del agua"(46).

* "Hicieron el amor como dos salvajes, arañándose la piel y el alma, a dentelladas y empellones, hasta caer rendidos"(50).

* "La muerte nos iguala a todos"(83).

* "Siempre es más fácil verter pequeñas mentiras que no hagan daño a nadie, que enfrentarse a la cruda verdad"(94). 

* "A veces las cosas son más simples de lo que pensamos, más burdas y mezquinas, y somos nosotros los que, aun siendo conscientes de la crudeza de las mismas, le otorgamos un toque de solemnidad o romanticismo y las convertimos en lo que no son"(94).

* "Lo único que no sabe de mí es precisamente lo que más daño puede hacerle"(113).

* "Le parecía mentira cómo en toda una vida dedicada a la búsqueda de la plenitud a través del conocimiento no había sido capaz de hallar, ni tan siquiera intuir, el verdadero camino a la felicidad"(142).

* "Fui a la vieja Europa pensando que me iba a comer el mundo de un solo bocado y, finalmente, fue el mundo el que me engulló a mí"(145).

* "En breves segundos su venganza se consumaría y ahora que estaba a punto de culminarla, aquella evidencia no le causaba el gozo que él hubiera deseado. Por el contrario, una déspota sensación de desamparo le corroía el alma"(176).

* "Vosotros, simplemente, os habéis enamorado y eso nunca ha sido un pecado"(186).

* "Nadie está preparado para la muerte por más que vivamos esperándola toda nuestra existencia"(198).

Ojalá, EDUARDO FORMANTI, nos regale pronto otra historia deslumbrante. SALUD.

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