Ya conocen mi debilidad por el director danés NICOLAS WINDING REFN (véase mi reseña de su mítica película "Drive"). Esta serie de seis capítulos redunda en sus grandes virtudes, en su personalísimo universo.
En un miserable inframundo criminal de Copenhague dominado por proxenetas, traficantes de drogas, comercio de armas y asesinos a sueldo, una joven mística (genial ANGELA BUNDALOVIC como MIU), emprenderá una misión vengativa.
Supone una estimulante mezcla de géneros como el western, el thriller, el cuento de hadas, el cine negro y las aventuras de superhéroes.
Pero lo principal de esta miniserie no es tanto su historia como los increíbles climas que logra, con una puesta en escena que apuesta por la morosidad y el hieratismo. Repleta de lentísimos paneos circulares y panorámicas de escenas iluminadas en rojo o azul flúo, planos fijos, planos secuencias y una musicalización electrónica de Cliff Martínez.
NWR (así se pone él mismo en los títulos de crédito) es un auténtico esteta con mucho talento. La extrañeza de este mundo poblado de seres turbios se envuelve en tonalidades siempre irreales: los morados, los verdes, el mundo chungo ochentero de los fluorescentes y la música electrónica.
Ojalá haya segunda temporada para sus incondicionales. SALUD.
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