La calle LA MILAGROSA ha sido una de las más especiales que nos hemos encontrado durante nuestras andanzas.
Junto al bar ULRIC comienzan tres callejuelas alargadas que te llenan de curiosidad.
En mi vida vi tantos buzones en una pared juntos pertenecientes a los vecinos de la calle.
Debe ser difícil para el cartero la localización y el reparto de cartas.
La anchura de los diversos tramos irán variando.
Auténtica preciosidad de entrada andaluza con macetas.
A veces parece que no hay salida y que tendremos que dar la vuelta.
Otra casita singular.
Largo pasillo hacia la incertidumbre.
Sigue el laberinto hacia alguna salida.
Llegó un momento que parecía mentira estar en SANLÚCAR.
Nunca pude imaginar que existiera una calle así en mi pueblo.
Se desea saber dónde terminaremos este recorrido.
Por fin se vislumbra la salida.
Hoy nos acompañó la brujilla CELIA.
Merece la pena recorrer la calle LA MILAGROSA. SALUD.
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