Nadie duda ya que la Guerra de Vietnam ha sido uno de los mayores errores políticos de los Estados Unidos en toda su historia. En junio de 1971 se destapa la verdad que llevaba oculta muchos años: la guerra estaba perdida pero no querían poner fin a la "sangría" de jóvenes muertos estadounidenses. The New York Times y Washington Post tuvieron que salvar la libertad de expresión amedrentada por el presidente Richard Nixon y todos los poderes fácticos que se benefician de la guerra. El Tribunal Supremo tomará la resolución definitiva.
La incertidumbre de la publicación de todos los papeles secretos durará hasta el último aliento de la película. Spielberg, vuelve a demostrar su maestría con la cámara, y John Williams, con sus partituras.
Escenas importantes:
* Los intercambios de pareceres entre la propietaria del Washington Post, Katherine Graham (Meryl Streep), y su director, Ben Bradlee (Tom Hanks).
* El presidente Richard Nixon al teléfono amenazando a diestro y siniestro. Pocos meses más tarde caerá él mismo con el caso Watergate.
* La secretaria del Tribunal Supremo cuando desea que triunfe la causa de Katherine Graham porque su hermano sigue en Vietnam. La locura debía de terminar.
* El robo de los archivos secretos y su fotocopiado. Máxima tensión e incertidumbre.
* Las desesperadas llamadas de teléfono del periodista Ben Bagdikian (Bob Odenkirk) a la fuente informativa. Las monedas cayendo desde la cabina te transmiten los nervios del momento.
* El salón de la casa del director del diario con cuatro mil folios en el suelo y todos sus ayudantes buscando los diversos dossiers para catalogarlos. Paradigma del trabajo en equipo.
* La lectura masiva del New York Time cuando destapa el caso. La envidia sana de los periodistas del Washington Post en pos de la libertad de expresión.
* La confesión de Robert MacNamara a su amiga Katherine de las razones de estado para ocultar la verdad. Será el final de una amistad que había durado toda la vida.
* La tranquilidad de las vidas familiares de Katherine y Ben. El equilibrio y la paz del hogar por encima de todo. Incluyendo el negocio de la chiquilla con sus limonadas.
* Los trabajadores de la rotativa esperando la llamada del sí o del no, para iniciar la tirada histórica. Se siente el pálpito de algo memorable.
En definitiva, merece la pena ir a verla, sin necesidad de moverte de Sanlúcar. SALUD.
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