Tuve la inmensa suerte de conocer a Eugenio Fuentes durante la Segunda Semana de Novela Negra , celebrada en Sanlúcar, el pasado mes de noviembre. Sus palabras de la dedicatoria se han cumplido. Esta historia me ha divertido, conmovido, descubierto y recordado muchas cosas.
Doy la bienvenida a un nuevo detective: Ricardo Cupido. "Había aprendido que el asesinato surge tanto de una capacidad del espíritu como de las circunstancias favorables para cometerlo"."Sabía que para un detective cada enigma que no sabe descifrar se convierte en una derrota"(pág. 85)."El detective privado nunca se comporta como juez ni como sacerdote, no decreta la culpa ni impone penitencia. Sólo escucha, asiente y obedece como una prostituta a las demandas del cliente. Siempre que le paguen bien, claro"(pág. 110)."No hay crimen perfecto, sino investigación incompleta"(pág. 123).
Entre sus notas distintivas estarían:
* su incapacidad para soportar los rigores de las jerarquías laborales;
* no se acostumbra a madrugar, ni a repetir durante ocho horas una labor mecánica;
* había llegado a la profesión desde el fracaso, no por una elección personal;
* había estado en la cárcel por contrabando de tabaco, vicio que intenta vencer durante toda la novela;
* la paciencia siempre ha sido su ventaja y sabe aprovecharla;
* razonar mientras se observa es fatal, pero qué útil resulta después (Darwin);
* le encanta y entiende de ciclismo, y nunca ha dejado de practicarlo, en recorridos cortos de cuarenta o cincuenta kilómetros;
* ha llegado a esa edad en la que ya no se abraza a cualquier mujer ni se bebe cualquier vino ni se lee cualquier libro;
* su teoría sobre el sexo."Es el oxígeno del amor: lo limpia de escorias, lo purifica y lo renueva"(pág. 294).
Centremos la historia. Estamos en plena naturaleza, en el Paternóster, en los paisajes de la Reserva, de la dura geografía del Yunque y el Volcán, con el río Lebrón serpenteando por ella. Extremadura profunda, población de Breda. "El bosque todo lo engulle y lo oculta, al bosque le gustan los cadáveres tanto como los odia el mar, que siempre termina devolviéndolos". "Una muerte de tiempo en tiempo es el tributo que hay que pagarle para que los niños puedan seguir soñando con él como el lugar donde se ocultan los monstruos"(pág. 136).
La novela comienza con el asesinato de la enigmática Gloria -
y con la reflexión de una rata al olor de la sangre de la fallecida. "Al hombre le temía por las máquinas de matar que utilizaba, no por su presencia. Desarmado era el depredador más torpe de todos los depredadores, con una vista de topo, un olfato muy corto y una ridícula lentitud en sus movimientos" (pág. 14).
Gloria es la bella mujer joven con una personalidad tan fascinante que no deja indiferente a quien la conoce. Será el eje vertebrador de toda la trama. "¿Qué demoledora neurosis es la que hace que se ame y se odie a alguien a la vez, poniendo la misma intensidad en dos sentimientos no solo contrarios, sino incompatibles?"(pág. 186).
A partir de ahí varios personajes sembrarán las dudas sobre el posible autor de los hechos, a saber:
* Marcos Anglada (abogado, novio de Gloria y quien contrata a Cupido):"Pero desde el primer día que hable con usted supe que era un buen detective y que sería un mal abogado. Usted necesita conocer la verdad para poder trabajar. Los abogados sólo necesitamos trabajar, con la verdad o sin ella"(pág. 92);
* Manuel Armengol (novio antiguo y profesor quemado)."Para todos ustedes soy el perfecto sospechoso: un tipo solitario, obsesionado con ella y con motivos suficientes para odiarla"(pág. 109);
* Gabino (el antiguo y fiel aparcero que no había tenido otro patrón que doña Victoria)."Tenía todavía, con sesenta años, una fortaleza imposible y era capaz de engullir en una merienda un pan de libra y un kilo de cecina y digerirlo luego como una boa"(pág. 153);
* Doña Victoria, vieja cacique que lucha contra las diversas administraciones para que le devuelvan su patrimonio."Hacía tiempo que se había olvidado de llorar. Desde la muerte de su hijo pequeño, cuando aún no había cumplido un año, se había quedado vacía, seca"(pág. 199);
* Clotario (tío de Gloria) y David (primo enamorado de Gloria)."A Breda siempre se regresa"."Uno puede huir de la tierra, pero la marca de la tierra no abandona a nadie"(pág. 176);
* Octavio Expósito (ahijado de Doña Victoria y abogado personal)."Hacía ya tiempo que sabía que había algo íntimo en él - su sola presencia física, su actitud, su amargura, ese indisimulable y contagioso desaliento de la gente que ha dejado de creer que un día llegarán a ser felices -, algo que no podía dominar, porque no sabía bien qué era, que ponía inmediatamente en su contra a aquellos con quienes trataba"(pág. 151);
* Camila (socia de Gloria en su Galería de arte)."En el fondo, y a pesar de su apariencia elegante e intocable, aquello era lo que la complacía en el sexo, la avidez y el incendio"(pág. 262).
* el guardabosque Molina, quien finalmente también será asesinado.
El teniente de la Guardia Civil, Gallardo, le ayudará en sus pesquisas. "No me gustan esas grandes ciudades donde todo el mundo va deprisa y nadie conoce a nadie. No es extraño que todos los delincuentes prefieran esconderse en ellas y que nosotros no los encontremos nunca"(pág. 113);
Elementos importantes de la trama:
* El pin contra las pruebas nucleares francesas en Mururoa;
* importancia del inteligente personaje Alkalino (porque no se agotaba nunca):"A nadie ocultaba su simpatía por el Partido Comunista, al que había estado afiliado durante años, y sin embargo, confraternizaba y se movía bien en el ambiente tradicional y decadente del Casino"(pág. 46);
* la existencia de un diario ("Nadie podría encontrarlo. Aunque abran o cierren las puertas del escondite nunca lo verían. Seguiría oculto") que sólo será hallado casi al final y por puro serendipity.
Si tuviéramos que escoger un epílogo, podría ser el de la página 288:
"Los besos, que son un espléndido alimento del amor, pueden convertirse en veneno cuando el que los recibe intuye en ellos otra intención que no sea el cariño".
Gracias, Eugenio, por esta gran novela negra.
Sobrecogedora, la tortura y muerte del pobre ciervo - es lo de más duro que he leído en mucho tiempo -. El ser humano es la peor especie del planeta, sin ninguna duda.
Por contra, preciosa defensa de la encina - ya anunciada por Hesíodo hace más de dos mil setecientos años."Árbol que plantaron los dioses para la felicidad de los hombres justos. Y tenía razón. Todo en ella es bueno, su sombra y sus raíces, su madera y su fruto. No hay una sola estación del año en que no conceda algún beneficio, para el hombre o para los animales. Y además, no arde fácilmente cuando está viva" (pág. 234). SALUD.
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