"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

domingo, 23 de marzo de 2014

La lucha por conocerse uno a sí mismo


Píldora de fantasía de Spike Jonze, para un mundo en el que lo real y lo virtual, comienzan a ser difíciles de distinguir.
"A veces pienso que he sentido todo lo que voy a sentir". Theodore (magnífico Joaquin Phoenix), trabaja redactando cartas personales para los seres queridos de los demás. Acaba de romper con Catherine (Rooney Mara), y se va a enamorar de un OS (software de inteligencia artificial que tiene la particularidad de ir aprendiendo de sus experiencias, evolucionando constantemente) quien adoptará el nombre de Samantha. Fabulosa aportación de la preciosa, sugerente y sexy voz de Scarlett Johansson, al programa informático.
Las similitudes con la mítica película, "Blade Runner", son evidentes. Las dos están situadas en Los Ángeles. En las dos, se establecen una relación amorosa entre un ser humano y una máquina. En ambas, las dudas existenciales sobrevuelan a cada paso ( con elevadas dosis de incomunicación y deshumanización ).
Baste esta reflexión de Samantha:"es como si estuviera leyendo un libro, un libro que amo profundamente. Las palabras están muy separadas y el espacio entre ellas es casi infinito. Aún puedo sentirte a ti y a las palabras de nuestra historia. Pero en este espacio infinito entre las palabras es donde me estoy encontrando a mí misma. Es un lugar que no existe en el plano físico. Es donde está todo lo demás".
Escenas reveladoras:
* el divertido muñequito malhablado del vídeojuego;
* el diálogo intenso de Theodore y Samnatha con el fundido en negro;
* los ciudadanos como autistas caminando por las calles hablando con su terminal;
* la relación telefónica de sexo con una chiflada  a quien le excita que le pongan un gato en el cuello;
* la plena felicidad del protagonista con la canción "The moon song" de fondo;
* su móvil siempre grabando el mundo para Samantha, driblando al personal incluso;
* el rechazo de una espectacular Olivia Wilde de carne y hueso por una Samantha virtual;
* la boca del metro y sus trayectos;
* el tema de Arcade Fire durante los créditos finales.
En definitiva, si tienes dos horas libres, merece la pena verla. SALUD.

P.D. Resulta triste que pocas veces llegue a Sanlúcar este tipo de películas, y que lamentablemente, tengamos que trasladarnos a ciudades vecinas. Aquí hay necesidad de buen cine y público interesado. Ojalá nos escuchen los empresarios pertinentes.







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