Gianni Vattimo, uno de los principales referentes del postmodernismo (quién no recuerda su libro "El fin de la modernidad", allá por 1985) y considerado el filósofo del pensamiento débil, nos coloca ante el concepto actual de verdad. Afirmará a lo largo del libro que el único horizonte de la verdad política de nuestros días es la construcción de las condiciones epistemológicas para el diálogo social e intercultural. Y es una de las principales tareas de la filosofía explicitarlo.
El debate en torno a la verdad se reduce así a los pormenores del consenso social y los intelectuales están llamados a pensar formas de vida más comprensibles que favorezcan la participación colectiva. Este Adiós a la verdad es por lo tanto el principio y la base misma de la democracia.
Vayamos por partes: ciento cincuenta y nueve páginas, distribuidas en tres capítulos, a saber:
1. Más allá del mito de la verdad objetiva (Págs. 21 a 62)
2. El futuro de la religión (Págs. 63 a 102)
3. El final de la filosofía (Págs. 103 a 153)
Vattimo me ha sorprendido, no en su deseo de confirmar el final definitivo de la metafísica, sino en sus palabras definitorias del cristianismo posmoderno. "El nihilismo es cristianismo en la medida en que Jesús no vino al mundo para mostrar el orden "natural" sino para destruirlo en nombre de la caridad"(página 74). Vivimos en una época que a través de la ciencia y la tecnología puede prescindir de la metafísica y del Dios metafísico, en una época nihilista. Una época en la que nuestra religiosidad puede desarrollarse en la forma de una caridad que ya no dependa de la verdad. No existe (no debería existir) nada más que caridad y acogida para con el otro."Si leéis con atención los Evangelios y a los Padres de la Iglesia, al final la única virtud sigue siendo siempre la caridad. Hasta la fe y la esperanza tarde o temprano desaparecerán"(Página 90).
Otra idea sumamente interesante, es que "estamos en un mundo que se ha convertido en fábula en muchos sentidos"(página 89). Piensa que desde Nietzsche (" toda metafísica es un acto de violencia"), se ha consumido (por suerte) la objetividad del mundo a favor de una siempre creciente transformación subjetiva, no individual, sino de las comunidades, de las culturas, de las ciencias, de los lenguajes. Esto es a lo que Vattimo denomina "pensamiento débil". Dostoievski escribía:"Si tuviera que elegir entre Jesucristo y la verdad, elegiría a Jesucristo", lo que significa la preponderancia de la caridad sobre la verdad.
Para Vattimo, el cristianismo podrá ayudar a la constitución de una Europa unida y, en perspectiva, también de un mundo unido, sólo si desarrolla su propia esencia de religión de la caridad y no del dogma, abriéndose a la aceptación de todas las culturas y todas las mitologías religiosas, fiel al espíritu de hospitalidad y disolución de la violencia de lo sagrado que es el núcleo de la prédica de Jesús.
En definitiva, frente al neopragmatismo (Rorty), la teoría de la acción comunicatica (Habermas), los resultados de las hermenéuticas heideggeriana y gadameriana, las problemáticas del multiculturalismo, propone que se defina como la consumación de la verdad en la caridad o, como diría Rorty, en la solidaridad.
Resulta sorprendente como cada día se repite ese llamamiento a la SOLIDARIDAD. Ya no es tan importante la verdad, sino que empecemos a mentalizarnos en ayudar a todos los demás.Volvamos a las "cajas de resistencias" para que los "poderes políticos y económicos" no puedan con nosotros. SALUD.
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