Decir que Galicia es un paraíso resulta innegable.
La Ría de Arousa quizás sea de las más bellas.
Tiene playas magníficas para pasear.
Hay conciencia social.
En pocos lugares se combinan tan bien los colores.
Hasta las ruinas de sus edificios dicen mucho de la historia.
La importancia de los puertos no se puede comprender del todo hasta que te juegas la vida en alta mar.
Cruceiro marineiro de A Pobra.
Refleja por donde entraron las reliquias de Santiago (véase la simbólica figura del pez).
A Pobra cuida sus jardines y fuentes.
La piedra y el agua invitan a saciar la sed.
Cada nuevo día tiene su afán.
La frontera entre las playas del Vilar (Ribeira) y Ladeira (Corrubedo).
La entrada a la Laguna de Carregal.
Las aves disfrutan de los riachuelos de agua dulce.
La oficina de turismo de A Pobra es preciosa.
SEREA, la sirena de estos lares que encadila a los marineros.
Las vacaciones van llegando a su final. SALUD.
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