Ha sido llegar a Galicia y comprobar el cambio radical de temperaturas.
Mañana completamente nublada y mucho fresquete.
Inicio el paseo desde el cruceiro que indicaba la antigua separación entre A Pobra y Caramiñal.
El agua es un elemento primordial y abundante en estas tierras.
El pan gallego es fantástico, especialmente, el de Cea.
A pesar del frialdad del agua, mariscadores y mariscadoras trabajan desde madrugada.
A primera hora de la mañana el puerto está reposado.
La quietud del agua es relajante.
A Pobra siempre tiene en su memoria al insigne Valle-Inclán.
Su Paseo y su Museo bien merecen una visita tranquila.
Todo en Galicia tiene una belleza especial. SALUD.
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