El octogenario, Paul Verhoeven, consigue realizar una obra maestra en su última película. Desde la primera escena sabemos que no será una historia normal. Su visión cínica, ácida del mundo y de los seres humanos, se consuma. Se notan sus cincuenta años de carrera, rodando con maestría y contención cada escena.
¿Hasta dónde llegaríamos sin sentimiento de culpa ni vergüenza? Toda la violencia y el sexo descarnado que contemplamos durante los ciento treinta y dos minutos, no se pueden explicar tan fácilmente. La sociedad está enferma, es indudable, y cada uno de nosotros representa un eslabón profundo y oscuro de dicha perdición.
Verhoeven puntualiza la fuerza inteligente de las mujeres (siempre llevarán la voz cantante de todo) y menosprecia los hombres ( todos vistos como una panda de gilipollas con el pene como cerebro).
Isabelle Huppert (Michelle Leblanc) está fantastática, camaleónica, genial, nos domina a todos los espectadores. ¿Qué intervención tuvo como hija en los veintisiete asesinatos de su padre?¿Por qué su padre en la cárcel la teme tanto?
Ahora, en época de carnavales, ¿realmente nos escandalizamos ante lo que vemos en esta sórdida historia o ante lo que nuestro disfraz oculta? Que cada cual realice su ejercicio de conciencia.
Aunque la película es del año 2016, si tienen la oportunidad vayan a verla.
Escenas memorables:
* La violación inicial ante la mirada fría del gato.
* La hija de una de las víctimas tirando la bandeja de la comida sobre Michelle, recordándole el daño producido por su padre.
* La bronca de la protagonista al diseñador de videojuegos de la empresa.
* La venganza en forma de personaje de videojuego con la cara de Michelle.
* La masturbación de Michelle con los prismáticos apuntando a su vecino.
* El encuentro intencionado dentro del gimnasio, entre Michelle y la nueva joven amante, de su ex.
* La grotesca cena de navidad de la familia al completo, microcosmo de apariencias y escondite de monstruos.
* El último encuentro de Michelle con su padre fallecido en la cárcel.
* El nacimiento del bebé negro en el hospital.
* El "gracias por satisfacer sus deseos durante un tiempo" de la viuda, única persona con fe religiosa.
Elle es una película que no se parece a ninguna otra, no saldrás indiferente. Es para rumiar y sacar sabias conclusiones. SALUD.
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