Hacía muchos cursos que no lo pasaba tan bien en una comida navideña.
Todo el claustro me ha hecho sentir un compañero más.
Sentado junto a mis ideales compañeros de cuartos (Cari, Mamen y José) fueron desaparecieron las viandas y bebidas en Casa Juan.
Cari Jiménez se lanzó al cante de villancicos (yo me quedo en el papel de palmero).
Un poco antes del anochecer era de rigor la foto en grupo ante nuestro río Guadalquivir.
La Barbería puso colofón a una convivencia entrañable. La juventud, divino tesoro, ya no sé a la hora que terminó. Yo no estoy para muchos trotes. SALUD.
P.D. Agradezco a todas/os compañeras/os del CEIP PRINCESA SOFÍA estos buenos momentos que hacen revivir la alegría y la ilusión. GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
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