ENHORABUENA
CLARA, LA ETERNA CAPITANA DEL LUCI, LO EXPRESA MEJOR QUE NADIE:
"Una liga no se gana en un partido. No la gana un solo jugador. No la deciden la suerte, el karma o los árbitros. No está en las manos, o el rotulador, del mejor entrenador. No.
Una liga, tan larga, tan complicada, con tantos kilómetros, equipos y minutos. No.
Una liga, tan larga, tan complicada, con tantos kilómetros, equipos y minutos. No.
Una liga se gana cada día, cada entrenamiento, cada partido. Una liga se gana dejando las diferencias en la puerta, dándoles una patada en el culo y poniéndose las botas como quien se pone el mono de trabajo del mejor peón. Quien deja de aprender está perdido y quién no esté dispuesto a dar el máximo, mejor que ni lo intente.
Yo, personalmente, esta temporada he aprendido muchas cosas.
He aprendido a tolerar el cansancio crónico de la que, entre guardia y guardia, trasnocha en entrenamientos de una intensidad no conocida antes. Entre sesión y sesión clínica, sale correr para mantener la forma. Entre jornada y jornada laboral, practica ejercicios de prevención de lesiones.
He aprendido a sufrir, a desesperarme, a llorar por la frustración, a explorar mis propios límites, a echar de menos y a sobrevivir en los vaivenes.
He aprendido a comprender los diferentes puntos de vista, a abrir la mente y a tirar del carro. Siempre. Aunque dudara, en ocasiones, de la dirección. A veces no es ver para creer, sino creer para ver.
He aprendido a trabajar, a querer ser mejor, más completa. Tanto, como para dejar mi arraigada posición y repeler algún que otro balón de la red. ¡Con lo poco que me gustan los pelotazos!
He aprendido que una liga se gana en los entrenamientos. Se gana haciendo ejercicios con el preparador físico aun cuando la liga ya está rozando tu palmarés. Fuerza. Velocidad. Resistencia. Una y otra vez. Y repetimos. Se gana viendo videos, analizando jugadas, practicando repetidamente. Pues al fin y al cabo gana quien hace todo lo posible por merecerlo. Y más.
He aprendido que abriendo bien los ojos, dejándonos llevar, cada persona puede enseñarnos algo. O mucho, si lo sumamos.
Un partido no es una liga. Una jugadora no es un equipo. Un entrenador no hace magia. Un árbitro solo es protagonista si se le da opción a ello.
He aprendido a tolerar el cansancio crónico de la que, entre guardia y guardia, trasnocha en entrenamientos de una intensidad no conocida antes. Entre sesión y sesión clínica, sale correr para mantener la forma. Entre jornada y jornada laboral, practica ejercicios de prevención de lesiones.
He aprendido a sufrir, a desesperarme, a llorar por la frustración, a explorar mis propios límites, a echar de menos y a sobrevivir en los vaivenes.
He aprendido a comprender los diferentes puntos de vista, a abrir la mente y a tirar del carro. Siempre. Aunque dudara, en ocasiones, de la dirección. A veces no es ver para creer, sino creer para ver.
He aprendido a trabajar, a querer ser mejor, más completa. Tanto, como para dejar mi arraigada posición y repeler algún que otro balón de la red. ¡Con lo poco que me gustan los pelotazos!
He aprendido que una liga se gana en los entrenamientos. Se gana haciendo ejercicios con el preparador físico aun cuando la liga ya está rozando tu palmarés. Fuerza. Velocidad. Resistencia. Una y otra vez. Y repetimos. Se gana viendo videos, analizando jugadas, practicando repetidamente. Pues al fin y al cabo gana quien hace todo lo posible por merecerlo. Y más.
He aprendido que abriendo bien los ojos, dejándonos llevar, cada persona puede enseñarnos algo. O mucho, si lo sumamos.
Un partido no es una liga. Una jugadora no es un equipo. Un entrenador no hace magia. Un árbitro solo es protagonista si se le da opción a ello.
Ser campeones significa trabajo bien hecho. Todos los días. Significa esfuerzo, entrega y coraje. Significa cubrir las bajas con sudor. Significa hoy por ti y mañana por mí. Significa calidad, talento y orgullo. Significa humildad en la victoria y lección en la derrota. Significa cantera de futuro. Significa aprovechar las críticas constructivas y hacer oídos sordos a la destrucción. Significa planificación. Significa querer.
Ser campeones significa tener la ilusión desde el primer día de que con los ingredientes que teníamos se podía hacer algo grande y, finalmente, conseguirlo.
Ser campeones significa tener la ilusión desde el primer día de que con los ingredientes que teníamos se podía hacer algo grande y, finalmente, conseguirlo.
Gracias a mis compañeras y a nuestro cuerpo técnico, en definitiva al F Sala Guadalcacín por la oportunidad y la confianza depositada en mí, y en los equipos base del Luci Feri Fanum Fsf, permitiendo con la filiación, que el futuro, cuanto menos, sea como a día de hoy, deslumbrante.
Fuerza Guada y Siempre Luci. "
ENHORABUENA A TODAS LAS JUGADORAS, AL EQUIPO TÉCINCO, A LA DIRECTIVA Y A LA TODA LA AFICIÓN. GRACIAS POR HACERNOS DISFRUTAR DEL MEJOR FÚTBOL SALA FEMENINO. SALUD.
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