Parece mentira como durante un solo día, el estado del tiempo, puede cambiar tanto.
La playa del Vilar en una bajamar plena.
Reflejo en una charca del sol entre nubes.
Paseando por la inmensa playa del Vilar (I).
Paseando por la playa del Vilar (II)
Paseando por la playa del Vilar (III)
Con un frío que pela, mariscadores faenan con agua fría hasta la cintura. Ojalá tengan suerte en las capturas después de tanto bregar.
Merecido homenaje a la mujer gallega, trabajadora incansable como mi "hormiguita atómica", Celia.
Otra confirmación de los chemtrails.
Baja mar desde Xobre.
La Ría de Arousa asombra de principio a fin.
Santa María de Xobre. SALUD.
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