Porque el futuro siempre es remordimiento. Remordimiento de una vida caótica y sin sentido. Sólo la aparición de una mujer puede obrar el milagro, y redimirte de una vez por todas.Estos viajes temporales permiten al crimen organizado limpiar su ropa sucia en el pasado.
Se perciben ecos fatalistas del cine negro clásico, confluye una emoción contenida, un poco de humor y mucho dolor en la tragedia de Joe (un sobrio, inquietante y apenas reconocible Joseph Gordon-Levitt), el matarife drogadicto y con los sentidos anestesiados que aprende francés cuando no trabaja porque sueña con viajar a París.
Hay otra vuelta de tuerca, otro elemento perturbador clave en esta espesa cinta: un niño temible con los ojos como ascuas que mejor no hagan enfadar. Al que cuida una joven madre (Emily Blunt) que también sufre reconcomida por la mala conciencia dispuesta a lo que sea para que la vida, por fin, la perdone.
Y qué decir del personaje a la deriva en busca de una segunda oportunidad: Joe el viejo (un melancólico Bruce Willis) que conoce la lección mejor que nadie, de ahí que ni siquiera le tiemble el pulso cuando decide otorgarse una nueva oportunidad.
Si uno es aficionado al género de la anticipación, sabe que el viaje en el tiempo es un clásico inagotable. Pero Looper no se queda en eso: va más allá gracias al trabajo de Rian Johson, su director, autor de aquella joya que fue Brick, una mirada descarnada, negra, muy negra, al universo juvenil.
Tiene Looper hechuras de thriller, efectivamente. Situado en un momento del futuro donde el viaje en el tiempo es ilegal: un recurso en manos de la mafia para poner punto y final a sus trabajos más desagradables. Un thriller cuya energía surge de las paradojas temporales.
Es una danza incesante de posibilidades en la que la adrenalina se mezcla de forma natural con la melancolía. En Looper encontramos ecos de Terminator, Doce Monos, Regreso al futuro y Origen: con un Bruce Willis llegado del futuro para enfrentarse a una versión más joven e inocente de si mismo.
Mejor no contar más y que gocéis de todas las sorpresas de la película.SALUD.
P.D. No es perfecta; tampoco lo necesita. No es la mejor, tampoco lo pretende. Sin embargo, sí logra instalarse en la retina y en la memoria. Sí hace disfrutar con dos horas de entretenimiento inteligente. Y por si fuera poco, consagra a su director como una promesa de futuro.
El bucle se cierra...
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