"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

martes, 22 de mayo de 2012

Un gesto de protesta


No hay excusas para no luchar contra los causantes de la actual crisis económica: esa clase empresarial - sobre todo, las de las grandes multinacionales -que se apodera de las ganancias en los momentos de prosperidad, pero que huye de cualquier riesgo y se niega a soportar los costes en las épocas de crisis.
La huelga es un instrumento de presión de los trabajadores ( y de más de seis millones de parados en España )para hacer comprender a la autoridad competente que, antes de legislar sobre sus condiciones de vida, deben contar con ellos.
No se debe discutir sobre los sindicatos (de los cuales tengo una decepción grandísima en los últimos veinte años, incluyendo una suspensión de 25 días de empleo y sueldo, por denuncia del Sr. Oliva de CCOO ), como si la huelga se hiciese a favor o en contra de las organizaciones sindicales. Suele ser la "cortina de humo" de muchos para justificar que no irán a la convocatoria de hoy.
Esta crisis empezó a incubarse hace treinta años con el boom del pensamiento neoliberal, a todos los niveles, no sólo económico -véase en este blog las reseñas de los libros de Susan George ("El pensamiento secuestrado") y de Ignacio Ramonet ("La catástrofe perfecta")-, y analícense sus consecuencias dramáticas.
Recordemos sólo las de los últimos años. Una ola de privatizaciones en los Estados (recuerden la máxima neoliberal: "privatización o muerte") trajo consigo: la crisis de 1997, el estallido de la burbuja de internet, el escándalo Enron, el escándalo Parmalat, la burbuja inmobiliaria, la quiebra de Bear Stearns, de Merrill Lynch, de Citigroup, de Lehman Brothers,...Cómplices directos: el FMI, el Banco Mundial, la OMC (Organización Mundial del Comercio) y la OCDE. Los llamados "Póker del Mal".Al favorecer el libre flujo de capitales y las privatizaciones masivas, los responsables políticos permitieron la transferencia de decisiones capitales (en materia de inversión, empleo, salud, educación, cultura, protección ambiental) de la esfera pública a la esfera privada. Confiscaron la economía y la democracia para su propio beneficio.
Ahora bien, llega la crisis y renuncian a su ideología. Quieren que los Estados (que ellos han esquilmados) paguen la factura de sus destrozos.
¿Y ahora qué? ¿Debe ser la clase trabajadora ( que lo único que ha hecho siempre es trabajar,
o peor aún, caer en el paro ) la que pague los platos rotos?
Tengamos la valentía de unirnos en la resistencia a estos principios del neoliberalismo económico, que está haciendo imposible el Estado social y la democracia, consiguiendo la supremacía del capital sobre el poder político, en lo que llaman "globalización".
Desde la posición de un simple maestro, que no ha querido entrar en el Plan de Calidad (en un centro que si ha votado a favor, y donde , no dejo de trabajar menos que ninguno de mis compañeras/os), por considerarlo un despilfarro en tiempo de crisis económica, le rogaría tuviese a bien, abrir los ojos a otra visión del problema educativo, distinta a la de sus asesores"bien pagados"en Sevilla. Invierta el dinero en las diez medidas, que un lejano diciembre del 2007, en otra entrada de este blog ("Una gran oportunidad perdida"),quise que pusiera un poco de orden en este caótico mundo educativo de nuestra querida Andalucía. A saber:


1. Reducción generalizada de la ratio a 1-15.


2. Atender especialmente el primer ciclo de primaria con los mejores medios y los profesionales más cualificados.


3. Cubrir las bajas a la mayor celeridad para que sea efectivo el refuerzo pedagógico.


4. Creación de empleo para la población más joven y mejor preparada.


5. Eliminación de toda burocracia innecesaria para el buen funcionamiento de una tutoría.


6. Dotación eficaz de material audiovisual e informático -que no sea fruto de políticas y elecciones puntuales, de cara a la galería-.


7. Mayor participación de la inspección en tareas pedagógicas -que sean más compañeros de fatiga que fiscalizadores-.


8. Desarrollar una red de Consejos Escolares dinámicos y competentes -independientes a cualquier partido político-.


9. Colaboración no politizada con todas las AMPAS.


10. Potenciación de la democracia participativa a través de los medios tecnológicos.


Usted, Sra. Consejera, debe juzgar si se inclina por escuchar a los docentes que sentimos vocación, o a los asesores (huidos del aula) que no paran de "teorizar" pero que no "apechugan" en los colegios. No creo que la prioridad sea primar a cierto profesorado cuando los colegios están asfixiados por la penuria económica. Me lloverán las críticas corporativas, pero el Bien Común está por encima de los particulares. Hágalo por el futuro de los niños y niñas de nuestra tierra. Muchas gracias y perdone las molestias.
P.D. Es un deber ético no dejar caer las conquistas sociales que otros "pelearon" por nosotros. Tengamos un mínimo de dignidad y apoyemos la HUELGA CONTRA LOS RECORTES EN EDUCACIÓN.
NO HAY EXCUSAS POSIBLES.

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