Si la primera temporada fue sensacional, la segunda, es fabulosa. Destapa sin efectismo la corrupción moral de nuestros tiempos, con una imagen nada idílica de la élite barcelonesa.
Magnífica dirección de MANUEL HUERGA que consigue que el espectador asista a un producto con una factura técnica impecable y una descripción de personajes muy medida. La trama siempre avanza por caminos insospechados y no tiene miedo a ralentizar o dinamizar las subtramas, en favor de la historia general.
En esta temporada destaca el papelazo de JOSEP MARIA POU como asesino a sueldo de un alto y corrupto político catalán. A la vez tendrá una tierna relación con una prostituta y enseñará ajedrez a una inteligente chiquilla.
La aparición del cadáver de un juez en extrañas circunstancias hará que la policía catalana inicie una investigación que dejará varios cadáveres por el camino. Da miedo lo que esconde la política catalana en sus cloacas.
Paralelamente, se encuentra el cadáver de un niño violado y asesinado en 1992. Su padre, un antiguo guardia civil y la magistral forense (CLARA SEGURA) lucharán para esclarecer el caso. No lo tendrán nada fácil y sus vidas corren peligro. SALUD.
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