Veintidós pequeñas historias, en ciento noventa y una páginas, del prolífico maestro de la novela policíaca española, Francisco González Ledesma.
Por pequeña que sea la historia ("La soledad", dos páginas, por ejemplo), todas tienen su sentido y su "alma".En la mencionada, Melgares, su novia Magda fallecida y un perro, te llegan a los más hondo del corazón.
"Era esa soledad anónima del día que empieza, de la parada del autobús donde nadie habla a nadie y de los transeúntes agitados que al principio de mes ya empiezan a pensar en el final del mes"(9).
En "Los pájaros"(otras dos paginitas), Méndez y Marlène serán los protagonistas.
"De modo que este tío plantó a Marlène, la dejó hecha polvo y encima le regaló el anillo a otra. La has cagado, Méndez"(12).
"La casa" da pie al conocimiento de El Pencas, "un caradura, un sinvergüenza, un cínico"(13). Y la genial meretriz, señora Bon, que se vio obligada a ceder a los reiterados requerimientos de Orson Welles, del dictador Rafael Leónidas Trujillo y varios jeques árabes.
"En el parte médico que se extendió, la señora Bon quiso, con notable desvergüenza, constara que estaba de aquello no hasta los huevos, sino hasta el culo, cosa que el facultativo escribió y rubricó por encontrarlo ajustado a derecho"(24).
En "La serpiente vieja", tendrá su protagonismo el comisario Piris, del cuarto del sol menguante.
"Recuerdo ahora a un primo al que echaron de la Legión por bestia, y a ese, como es el más dulce de todos, le llaman El Poeta. Sí, eso..., una familia tranquila"(32).
"El orgullo" es una de las historias más largas, que es un decir, dieciséis paginas. Méndez se ve obligado a salir de sus barrios bajos, y eso es casi un suicidio.
"Acostumbrado a los barrios bajos de Barcelona, donde todos los olores son saludables y conocidos (las tabernas huelen a fritanga de tiburón jubilado, las peluquerías a colonia de garrafa y las cloacas a un aroma fino: a pedo del alcalde), le habían destinado de repente a los barrios altos"(35).
La señorita Barrios ("no tenía tetas, o al menos había que calcular su posible emplazamiento por sistemas trigonométricos"-38-) y la mujer de la limpieza (Susana Guillén), le traerán algún problema.
En "Cosas de perros y gatos", Méndez sentirá compasión por unos detenidos. "Ya se sabe: la carne de nuestros cuerpos dura pocos años, y encima la condenada es débil"(54).
"El tiempo en las ventanas" es un canto a las casas, al hogar. "Por fuera, las casas están hechas de ladrillos, pero por dentro están hechas de sueños, de humo y de tiempo que ha de venir. Mucha gente no lo sabe"(57).
Madame Kissinger será la protagonista de "La rutina de la historia". "Ella era anticomunista por legítima convicción propia, por legítima defensa de su negocio, ya que jamás había conocido a un comunista que pagase por follar"(59).
En "La voz de nuestros amos", González Ledesma demuestra su lucidez, reflexionando sobre lo que un televisor significa hoy día en nuestras vidas. "Hasta la gente más miserable, la que apenas puede comer, se gasta lo que no tiene en un televisor de gran tamaño; porque es mejor ver la vida de los otros que ver tu propia vida"(89).
De "Una felicidad así de pequeñita", destacaría precisamente, el intento por definirla. "Sólo se me ocurrió decir que la felicidad es algo tan extraño y tan volátil que existe sin existir, no sé cómo explicarlo. Vamos, que cuando la felicidad no existe te das cuenta enseguida, pero cuando existe resulta que no te enteras"(97).
"La estatua"es un canto a la vida verdadera, la que pocos ven. "Era la juventud, el orgullo, la salud, hechos tiempo y piedra"(103).
Acertada idea de la Ley y la Justicia en "La soledad gota a gota". "La Ley debe llevar una balanza para pesar, pero nunca debe ser ciega"(108).
Elisenda Pons, una de las más inteligentes estafadoras del siglo, a punto de morir, monopoliza "El arte de mentir". "Elisenda había sabido jugar con los hombres, les había mentido y había conseguido encima - porque la mentira es una de las bellas artes - que los hombres siguiesen enamorados de ella"(112).
Las tres siguientes historias son más insípidas: "Las migas de pan" - un perro se come unas esmeraldas escondidas en un pan"-, "Los gemelos"- Méndez intenta animar a un toxicómano - y "Las medallas" - reconocimiento a una guardia urbana -.
El amor a los libros es el tema de "El regalito". "Ya se sabe que soy un impío, y encima partidario de que mis amigos se mueran a gusto"(140).
Delirante el Colectivo Feminista y Vecinal "Las Luchadoras del Barrio" en "Acoso Sexual".
Juan Boada y el amor serán los protagonistas en "Engañar a la mujer". "El amor se ha hecho para la eternidad, pero el sexo no. La historia, los negocios y los amores eternos de la ciudad se han mantenido merced a algo que nadie agradece, que es el secreto de las camas"(153).
El Mangas, padre de la Betty, la carterista fugada de la cárcel de mujeres, compartirá pensamientos con Méndez sobre las golondrinas que anuncian la primavera.
La penúltima historia, "Nadie escribirá esta historia", se centrará en la vida romántica de Quijano y su esposa Lourdes Miret.
Termina el libro con "El ladrón de recuerdos", donde se roba un picaporte con forma de dos manos entrelazadas. Ángel Guardiola demostrará a Méndez lo que puede esconder un objeto singular. "El pasado sentimental de la ciudad, Méndez, descansa en esos cementerios a los que no lleva flores nadie"(184).
Decálogo sobre Méndez:
1. Los mejores informes se obtienen en los bares, y cualquier otro método científico no debe ser tenido en cuenta.
2. Le horroriza perder la memoria. "Es decir, su identidad, es decir, la necesidad de formar parte del tiempo que ya se había ido"(18).
3. Ya no quedan buenos cafés. "Ya no quedan cafés así, y lo peor es que ya no queda gente nostálgica para recordarlos"(26).
4. Se siente morir cuando le obligan a salir de sus barrios bajos de Barcelona.
5. Le duele la clase obrera. "La clase obrera española lleva muchos siglos de obediencia"(39).
6. Siente compasión por los detenidos.
7. Es impotente. "La defunción de mi pene salió en las esquelas del ABC y La Vanguardia, y creo que hasta dieron la noticia en una televisión autonómica"(67).
8. No piensa en la muerte. "La muerte no depende de nosotros. Siempre está en manos del Destino, y contra eso no se puede hacer nada"(72).
9. Tiene su visión de la historia de España. "La verdadera historia de España, está escrita en la voz de los arados, justamente la que España nunca escuchó"(74).
10. Teme a la democracia. "Pero ya se sabe que demasiada democracia acaba con la democracia"(104).
Esta obra de Francisco González Ledesma es ideal para esperas cortas de la vida cotidiana (cita médica, estación de autobús, ...). Ya me contarán. SALUD.
P.D. Se pueden seguir en este blog, de la colección del inspector Méndez:
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