"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)
miércoles, 20 de septiembre de 2017
Magnífica ópera prima de CARLA SIMÓN
Resulta difícil adjetivar esta maravillosa película que forma parte íntima de su directora, Carla Simón. Frida, la niña protagonista (deslumbrante Laia Artigas ), es ella misma. Su madre acaba de fallecer de sida, al igual que antes lo hizo su padre. Queda huérfana completamente, con seis años.
Va a empezar a compartir vida - durante el verano de 1993 - con su tío Esteve (padrazo, David Verdaguer), su tía Marga (educadora, Bruna Casi) y su prima Anna (simpatiquísima y tierna, Paula Robles ). Dar sentido a la ausencia de la madre muerta será el leitmotiv de la obra. Cine emocional de primerísimos planos, que te hace rememorar tu propia infancia, la que marca el resto de la existencia.
Frida, una niña rota de dolor, incapaz siquiera de llorar, iniciará la aventura ineludible hacia una nueva vida con otras personas que intentarán ( con todas sus ganas ) darle el amor necesario para sobrevivir en estas trágicas circunstancias.
Escenas importantes:
* El comienzo en Barcelona durante las fiestas de San Juan, con Frida incapaz de llorar por la muerte de su madre mientras los fuegos artificiales inundan el cielo. Es tanto su dolor que está bloqueada.
* Las charlas en la carnicería del pueblo mientras trocean un animal, sin reparos ante lo que pueda escuchar la chiquilla respecto a su madre fallecida.
* Frida jugando a ser mayor junto a su hermana, pintándose los labios, la cara, poniéndose las botas de su tía-madre, haciendo como que fuma en una hamaca,...Refleja claramente la perspectiva que tiene de su madre recientemente fallecida.
* Frida escondiendo a su "nueva hermana" dentro de un árbol y que terminará con la rotura de un brazo. Poco después, sentirá profundamente lo que ha hecho.
* La madre de la amiga de Frida que corre para que no toque a su hija por si la infecta con la sangre.
* La comida familiar y el juego de las servilletas con la canción popular catalana. Preciosa sintonía tradicional en la masía.
* La despedida de los abuelos y titas con Frida metiéndose en el coche sin querer salir. Haciendo de tripas corazón, Esteve, deberá ser firme.
* La huida nocturna de Frida y su vuelta a casa. Todo después de haberse enfadado con la Vírgen del bosque por no hacer regresar a su querida madre.
* El baño conjunto de las dos primas-hermanas que empezará a abrir el corazón de Frida. Los primeros planos dirán todo del alma de ambas.
* El llanto final incontenible de una niña que por fin se siente amada. Es la propia Carla Simón quien se lo dedica su madre.
En definitiva, todo es natural, emocional, sentimental y real durante los noventa y seis minutos de esta excepcional película. Vayan a verla. No lo lamentarán. SALUD.
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