Han sido seis episodios (el sexto, antológico) con mucha sangre, mucho sudor y muchas lágrimas. ROMA queda a la espera de alguien que la dirija desde la oscuridad más profunda.
Ahora todos (desde el poder político hasta el Vaticano) van contra los dos amigos inseparables: AURELIANO ADAMI (Alessandro Borghi) y SPADINO (Giacomo Ferrari). Están sentenciados a muerte. Lo único que queda es esperar el momento adecuado.
La MAFIA no es juego de niños y todo debe estar perfectamente ordenado para que nada cambie. Cuando lleguen al sexto capítulo verán la apoteósis final. No quedará títere con cabeza. SALUD.
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