El policía japonés Kenzo (apoteósico Takehiro Hira, quien representa el deber) viajará a Londres para encontrar a su hermano Yuto (camaleónico Yosuke Kubozuka, a quien creía muerto y que representa el deshonor por haber pertenecido a la Yakuza).
JOE BARTON consigue durante los ocho capítulos (con la inestimable ayuda de Julian Farino y Ben Chessell) hipnotizar a los televidentes con un guión simplemente genial, un drama criminal visualmente elegante y bello. La guerra de clanes Yakuzas está a punto de empezar.
Todos sus personajes están perseguidos por la culpa, sufren las consecuencias de algunas malas decisiones en el pasado que han condicionado sus vidas. Todos tienen cicatrices abiertas y heridas que intentan sanar.
JOE BARTON consigue durante los ocho capítulos (con la inestimable ayuda de Julian Farino y Ben Chessell) hipnotizar a los televidentes con un guión simplemente genial, un drama criminal visualmente elegante y bello. La guerra de clanes Yakuzas está a punto de empezar.
Todos sus personajes están perseguidos por la culpa, sufren las consecuencias de algunas malas decisiones en el pasado que han condicionado sus vidas. Todos tienen cicatrices abiertas y heridas que intentan sanar.
Rodney Yamaguchi (fantástico Will Sharpe) es un chapero buscavidas que ayudará a Kenzo y a su hija adolescente, Taki Mori (enigmática Aoi Okuyama).
Amistad sin compasión y sin pasión. Amistad de verdad. Familia, rencor y deshonor. La redención de errores pasados. El amor entre hermanos que nos obliga a saltarnos la ley de Dios. A matar por amor, a matar por honor, a matar por el deber. Disfrútenla. SALUD.
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