Llegada a ARDALES y ponernos en marcha fue todo uno.
Unos doscientos metros de pasadizo con la cabeza agachada, por si acaso.
El casco es obligatorio antes de entrar en el CAMINITO.
Prestos para iniciar los siete kilómetros de recorrido.
Pura Naturaleza Andaluza.
Primeras fotos singulares.
Algunas zonas no son recomendables para personas con vértigo.
Parece mentira que la línea férrea pase por aquí.
La construcción de la pasarela está en perfecta armonía con el entorno.
Verdaderamente es una obra fantástica.
¿Cómo eran capaces las personas de pasar por el antiguo caminito?
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