Dieciséis meses después de haber quedado sujeto a investigación y sometido a arresto domiciliario tras haber perdido la inmunidad como diputado, y después de 53 días de un controversial juicio, ayer el Tribunal Penal de Mayor Riesgo A de Guatemala, condenó a 80 años de prisión al ex presidente de facto Efraín Ríos Montt (50 años por genocidio y 30 años por crímenes contra la humanidad), al encontrarlo culpable por la muerte de mil 771 indígenas ixiles, y absolvió a su ex jefe de inteligencia José Mauricio Rodríguez Sánchez, destacaron medios locales.
En un juicio sin precedentes para la justicia guatemalteca, la jueza Yassmín Barrios leyó la sentencia condenatoria contra el ex dictador, quien pasará el resto de su vida en la prisión cuartel Matamoros, luego de un extenso y tumultuoso proceso que concluyó ayer. “Ríos Montt es responsable por el delito de genocidio. Se le impone la pena de 50 años de prisión inconmutables”, leyó la magistrada al conocerse el fallo. Además, se le retiraron beneficios y se ordenó su inmediata detención.
DECLARACIÓN. El Ministerio Público argumentó la acusación contra Ríos Montt y Rodríguez Sánchez, debido a que en el marco del gobierno de facto, cientos de indígenas ixiles fueron asesinados a manos del ejército guatemalteco cuando estos estaban al mando del gobierno.
Ayer temprano el Tribunal escuchó la última declaración del juicio hecha por el ex jefe de inteligencia José Rodríguez Sánchez, quien se declaró inocente de los cargos.
“Yo me siento inocente, por eso pido mi libertad señora jueza” dijo Rodríguez Sánchez al Tribunal, en su silla de ruedas, en la cual ha permanecido durante todo el debate por quebrantos en su salud.
SUPERVIVIENTE. En tanto, Benjamín Gerónimo, un indígena y presidente de la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR), que inició la demanda contra los ex militares, habló en representación de las víctimas. Gerónimo sobrevivió a las masacres y asesinatos cometidos contra 256 miembros de su comunidad.
“Yo lo vi con mi propia vista, no voy a mentir. Fueron asesinados niños, mujeres embarazadas, ancianos. Nos tacharon de terroristas, un terrorista nunca viene a pedir justicia”, dijo.
ANTECEDENTE. Un informe de Naciones Unidas determinó que 200 mil personas murieron durante la guerra civil que ocurrió entre 1960 y 1996, tiempo de gobierno de Ríos Montt.
El proceso contra el ex dictador, de 86 años, fue interrumpido en dos ocasiones y enfrentó diversos obstáculos desde que comenzó el 19 de marzo. Por lo menos 150 recursos legales, entre inconstitucionalidades, amparos, recusaciones, quejas, solicitudes de destitución de jueces y otros fueron interpuestos a lo largo del juicio oral.
El proceso inició en 2000 cuando la AJR presentó la denuncia en el departamento de Quiché. Sin embargo, el juzgado que recibió el expediente nada puso hacer, debido a recursos legales y a que Ríos Montt tenía inmunidad desde ese año el 14 de enero de 2012, cuando dejó de ser diputado. Tras perder la inmunidad la jueza Carol Patricia Flores del Juzgado de Primera Instancia ordenó 12 días después iniciarle proceso y ordenó su arresto domiciliario hasta ayer que fue condenado.
En un juicio sin precedentes para la justicia guatemalteca, la jueza Yassmín Barrios leyó la sentencia condenatoria contra el ex dictador, quien pasará el resto de su vida en la prisión cuartel Matamoros, luego de un extenso y tumultuoso proceso que concluyó ayer. “Ríos Montt es responsable por el delito de genocidio. Se le impone la pena de 50 años de prisión inconmutables”, leyó la magistrada al conocerse el fallo. Además, se le retiraron beneficios y se ordenó su inmediata detención.
DECLARACIÓN. El Ministerio Público argumentó la acusación contra Ríos Montt y Rodríguez Sánchez, debido a que en el marco del gobierno de facto, cientos de indígenas ixiles fueron asesinados a manos del ejército guatemalteco cuando estos estaban al mando del gobierno.
Ayer temprano el Tribunal escuchó la última declaración del juicio hecha por el ex jefe de inteligencia José Rodríguez Sánchez, quien se declaró inocente de los cargos.
“Yo me siento inocente, por eso pido mi libertad señora jueza” dijo Rodríguez Sánchez al Tribunal, en su silla de ruedas, en la cual ha permanecido durante todo el debate por quebrantos en su salud.
SUPERVIVIENTE. En tanto, Benjamín Gerónimo, un indígena y presidente de la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR), que inició la demanda contra los ex militares, habló en representación de las víctimas. Gerónimo sobrevivió a las masacres y asesinatos cometidos contra 256 miembros de su comunidad.
“Yo lo vi con mi propia vista, no voy a mentir. Fueron asesinados niños, mujeres embarazadas, ancianos. Nos tacharon de terroristas, un terrorista nunca viene a pedir justicia”, dijo.
ANTECEDENTE. Un informe de Naciones Unidas determinó que 200 mil personas murieron durante la guerra civil que ocurrió entre 1960 y 1996, tiempo de gobierno de Ríos Montt.
El proceso contra el ex dictador, de 86 años, fue interrumpido en dos ocasiones y enfrentó diversos obstáculos desde que comenzó el 19 de marzo. Por lo menos 150 recursos legales, entre inconstitucionalidades, amparos, recusaciones, quejas, solicitudes de destitución de jueces y otros fueron interpuestos a lo largo del juicio oral.
El proceso inició en 2000 cuando la AJR presentó la denuncia en el departamento de Quiché. Sin embargo, el juzgado que recibió el expediente nada puso hacer, debido a recursos legales y a que Ríos Montt tenía inmunidad desde ese año el 14 de enero de 2012, cuando dejó de ser diputado. Tras perder la inmunidad la jueza Carol Patricia Flores del Juzgado de Primera Instancia ordenó 12 días después iniciarle proceso y ordenó su arresto domiciliario hasta ayer que fue condenado.
Celebran sentencia contra el ex dictador
Después de un agotador juicio que creían no sería positivo, ayer sobrevivientes de las masacres, familiares de miles de víctimas y activistas defensores de los derechos humanos de Guatemala, entre ellos la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, festejaron tras conocer la condena de 80 años de prisión contra el ex dictador Efraín Ríos Montt, acusado por genocidio y crímenes contra la humanidad por la muerte de mil 771 indígenas ixiles, destacaron medios locales.
Con lágrimas y manos sudorosas, familiares de las víctimas de las masacres no dejaron de gritar que se hizo justicia y aunque tarde, la ley se hizo presente para alcanzar a los asesinos de miles de indígenas. SALUD.
Con lágrimas y manos sudorosas, familiares de las víctimas de las masacres no dejaron de gritar que se hizo justicia y aunque tarde, la ley se hizo presente para alcanzar a los asesinos de miles de indígenas. SALUD.
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