"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

domingo, 12 de agosto de 2012

Lectura Recomendada: "Santuario" de William Faulkner

Reconozco mi grave pecado de no haber leído nada de Faulkner hasta este libro. Mi propósito de enmienda es firme. Si esta obra, escrita en 1929 y repudiada por el propio Faulkner, no es magistral - en sus descripciones, en sus oscuros personajes, en la crueldad social globalizada - me retiro como lector.
Parece difícil entender el desprecio hacia esta obra que acompañó a Faulkner durante su vida. Desde luego, apenas podemos creer que él mismo no fuera consciente de las numerosas virtudes narrativas que poseía. Aunque, bien pensado, quizá fueron precisamente estas virtudes, unidas al trasfondo de perversidad que recorre toda la novela, lo que hasta tal punto repelió a su autor. Si bien ante el público se reprochaba lo «enclenque» del relato y la bajeza de la historia, no debemos olvidar que, a pesar de lo escabroso de algunos de sus argumentos, Faulkner fue siempre, hasta cierto punto al menos, un moralista, y es como tal que no pudo sino contemplar con turbación su propia criatura. La destreza narrativa de Santuario se pone ciertamente al servicio de una tesis harto pesimista: el triunfo indiscutible del mal sobre el bien, la preponderancia del horror moral en un mundo sin salvación posible. El repudio de Faulkner probablemente tuviera, en consecuencia, una base más axiológica que no estética, puesto que el recurso al horror y a la fiereza que caracterizan el libro resultaba una vía prácticamente ineludible para la construcción de un universo narrativo que se rigiera por tales presupuestos morales. Lo que Faulkner no pudo soportar fue quizá la perfección de su propia escena dantesca.
Lee Goodwin es acusado de asesinato. El escenario del crimen es una casa oculta entre los árboles que alberga una destilería ilegal. Allí viven, entre otros, Ruby, una mujer que ha renunciado a todo por Lee, y Popeye, un sádico gánster marcado por una infancia terrible. El abogado Horace Benbow lucha para que Goodwin no sea juzgado por ser quien es, sino por los actos de los que le acusan. Para ello necesita la ayuda de Temple Drake, una adolescente que siente una extraña atracción por el peligro. Pero Temple ha desaparecido. No adelanto más.
Esta historia escalofriante en la que caben toda la fuerza y la originalidad del genial novelista estadounidense, ha sido el principio de una buena amistad con su obra. SALUD.



No hay comentarios: