Se está celebrando en Jerez, el XII Congreso Caballero Bonald, dedicado a la enseñanza de la literatura en la escuela. La idea es fabulosa pero falla desde la base del nuevo reglamento ROC. Pude contemplar diversidad de situaciones: maestros y alumnos universitarios, maestros y maestras de secundaria, de adultos, de primaria.
Pues bien, sólo un servidor tuvo que recoger la documentación y acreditación, y volver a su centro. Los demás, se quedaron para iniciar el Congreso.
Resulta injusto que unos profesores sí puedan gozar de todas jornadas de mañana y tarde, y otros, nos tengamos que conformar con las conferencias y coloquios vespertinos. Todo queda a la arbitrariedad de los directores de los centros educativos respectivos. Menos mal que las extraordinarias conferencias y vivencias con grandes escritores te quitan el mal sabor de boca de este tipo de injusticias. Y máxime cuando he demostrado mi amor por la literatura con actividades contínuas en el aula, durante muchos años y costándome un buen dinero cada curso. SALUD.
P.D. ¿Cuándo empezarán a ser generosos los cargos directivos con todas las personas, repito todas (no sólo las "bienavenidas"), si saben que redundarán en beneficios de los alumnos? La principal prueba es que otros directores sí han autorizado a sus profesores y profesoras a estar presentes durante el Congreso entero.
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