Khaled Hosseini cuenta la conmovedora historia de amistad entre dos mujeres afganas de orígenes muy dispares, cuyos destinos se entrelazan por obra del azar y de las convulsiones que ha sufrido Afganistán en los últimos treinta años.
Voy a destacar las frases más interesantes del libro que hablan sobre la injusta situación de la mujer en general, ya que son ellas, las grandes protagonistas del libro. Lo haré cronológicamente:
1. ”Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer. Siempre. Recuérdalo, Mariam” (Pág. 14).La frase se vuelve a repetir en la página 333. ¿Quién puede afirmar que no sucede lo mismo en España?
2. Su madre le dirá que la única habilidad que necesitará durante toda su vida será el resistir (tahamul, pág. 25).Imposible mayor estoicismo.
3. Resulta muy triste como se ve obligada a mantener su primera relación sexual con su marido (pág. 76-77).¿Cuántas mujeres sufren hoy día dicha crueldad?
4. Mariam, “se dispuso a limpiarlo todo, maravillándose de lo activamente perezosos que podían ser los hombres “(pág. 81).No se puede ser más descriptivo con menos palabras.
5. Sorprendente, la escena del descubrimiento de las revistas eróticas del marido, ejemplo de la doble moral reinante en Afganistán por parte de los hombres (pág. 82).
6. Pero al cabo de cuatro años de matrimonio, Mariam, sabía perfectamente lo mucho que podía soportar una mujer cuando tenía miedo.” Y ella lo tenía. Vivía con el temor a los cambiantes estados de ánimo de su marido, su temperamento imprevisible, su insistencia en llevar las conversaciones más triviales al terreno de la confrontación, que en ocasiones resolvía mediante puñetazos, bofetadas y patadas (pág. 95). Francamente, demoledor.
7. Mucho más esperanzadoras las palabras de Baby a su hija:”Porque una sociedad no tiene la menor posibilidad de éxito si sus mujeres no reciben educación. Laila. Ninguna posibilidad (pág. 110).
8. Laila muy lúcida reconoce:”Los chicos se plantean la amistad de la misma forma que el sol: daban por sentada su existencia y disfrutaban de su resplandor, pero nunca lo contemplaban directamente (pág. 126).
9. Terrible la situación de las mujeres en las regiones pastunes del sur o del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde los hombres consideran un insulto a sus tradiciones ancestrales “que sus hijas deban abandonar el hogar para estudiar y trabajar rodeadas de hombres” (pág. 129).
10. Muy contradictorio para la propia mujer el excesivo amor de las madres por los hijos varones en detrimento de las niñas. Laila medita que “nunca dejaría una huella indeleble, como habían hecho sus hermanos, porque el corazón de su madre era como una playa donde las huellas de Laila se borrarían siempre bajo las olas de su dolor, que crecían y se estrellaban contra la arena, una y otra vez” (pág. 137).
11. Muy simbólico el capítulo 24, donde se dualiza el amor y la barbarie como dos puntos antagónicos no femeninos. Cuando Tariq enseña su Beretta semiautomática a Laila le pareció negra y mortífera:”No me gusta- objetó-. Las armas me dan miedo (pág. 164). Dos páginas después (166) el amor hace acto de presencia:”así que dejó que Tariq la besara, y cuando él se apartó, fue ella quien se inclinó para besarlo a su vez, con el corazón en la garganta, un hormigueo en el rostro y un fuego que le abrasaba el vientre”. Para terminar con la prueba de la violencia y la barbarie que traen las armas:”Nila había ido corriendo de un lado a otro de la calle donde habían asesinado a Giti, recogiendo los pedazos de su hija en un delantal, sin dejar de chillar histéricamente”(pág. 168). Imposible mayor dolor.
12. Impresionante la fortaleza que demuestra Laila para conservar el único recuerdo que le queda de Tariq: su futuro hijo del cual no debe saber su paternidad su actual marido Rashid.”Más tarde, cuando estuvo segura de que él se había quedado dormido, Laila metió la mano sigilosamente bajo el colchón para sacar el cuchillo que había escondido allí antes, y se pinchó la yema del dedo índice. Luego levantó la manta y dejó que el dedo sangrara sobre las sábanas donde habían realizado el acto”(pág. 205).
13. Las circunstancias hacen que dos grandes mujeres se enfrenten en casa.”Después habían llegado los gritos. Habían blandido cacharros, pero sin lanzarlos, y se habían proferido unos insultos tales que Laila se ruborizaba al recordarlos…pero lo cierto era que en cierto modo le había gustado lo que había sentido al gritar a Mariam, al insultarla y maldecirla, al tener un objetivo sobre el que descargar toda la ira y el dolor que hervían en su interior”(pág. 218).
14. La escenas de malos tratos se suceden hasta el hartazgo.”A lo largo de los años, Mariam había aprendido a insensibilizarse cuando su marido la despreciaba, le hacía reproches, la ridiculizaba y la reprendía. Sin embargo, no había conseguido dominar el miedo que le inspiraba. Después de tanto tiempo, seguía echándose a temblar cuando Rashid iba por ella con aquella expresión de sorna, apretando el cinturón en torno al puño, haciendo crujir el cuero, y con los ojos brillantes e inyectados en sangre. Era el miedo de la cabra a la que meten en la jaula de un tigre, cuando el tigre alza la cabeza y empieza a gruñir” (pág. 224).
15. Solo las mujeres demuestran en la obra auténtico amor maternal por las niñas bebé. “De todos los placeres terrenales, el preferido de Laila era tumbarse junto a Aziza, con el rostro tan cerca del de su hija que veía ´como se dilataban y se contraían sus pupilas. Le encantaba acariciar con un dedo la tersa y delicada piel de la niña, sus nudillos, los pliegues de sus codos” (Pág 228).
16. El comienzo de una gran amistad entre Mariam y Laila.”Fue una mirada franca, cómplice. Y con aquel fugaz intercambio sin palabras, Laila comprendió que habían dejado de ser enemigas para siempre” (pág. 233).
17. La niña bebé aporta una ternura incuestionable a Miriam.”Jamás le habían entregado un amor tan incondicional, sin malicia alguna. Sosteniendo a Aziza, Mariam sentía deseos de llorar” (pág. 235).
18. El capítulo 36 (pág. 239-252) resulta atroz, de sadismo fuera de toda lógica pero real (¿cuántas criaturas estarán sufriendo ,a día de hoy ,en la misma ciudad ,la misma suerte?.Da asco pertenecer al sexo masculino. Horrible.
19. Lección ética nos da Laila cuando a punto de abortar un futuro hijo del odiado Rashid piensa que “el bebé no tenía culpa alguna. Y ya se habían producido suficientes muertes. Laila reflexiona que ya había visto sucumbir demasiados inocentes bajo el fuego de los enemigos, para que ella aumentara dicho número.
20. Uno de los pocos hombres que salen bien parados es Jack, el protagonista de la película Titanic (tan de moda en Afganistán en el año 2000): Todo el mundo quiere a Jack –dijo Laila a Mariam-. Eso es lo que pasa. Todo el mundo quiere que Jack los rescate del desastre. Pero no hay ningún Jack. No volverá, porque está muerto”.(pág. 279).
21. Preciosa la escena del reencuentro entre Laila y Tariq “Casi diez años. Pero, por un momento, al verse de nuevo a la luz del día con Tariq, se sentía como si todos aquellos años no hubieran pasado. La muerte de sus padres, el matrimonio con Rashid, las matanzas, los misiles, los talibanes, las palizas, el hambre, incluso sus hijos, todo se le antojaba un sueño, un extraño rodeo, un mero interludio entre la última tarde que habían estado juntos y el momento presente”(pág. 315).
22. La despedida de Mariam a la familia de sacrificio total:”-Para mí, todo acaba aquí. No anhelo nada más. Todo lo que deseaba de niña tú me lo has dado ya. Tú y tus hijos me habéis hecho muy feliz. Todo está bien, Laila yo. No te preocupes ni te entristezca” (pág. 329).
23. Se cumple la premonición de su amiga Hasina:”Cuando cumplamos los veinte, Giti y yo habremos parido ya cuatro o cinco niños cada una. Pero tú, Laila, harás que dos tontas como nosotras nos sintamos orgullosas de ti. Serás alguien. Sé que un día cogeré el periódico y encontraré tu foto en primera plana” (pág. 375).
24. El recuerdo de Mariam será imborrable para Layla: “Está en la risa de los pequeños, en los versos que recita Aziza y en las oraciones que musita cuando se inclina hacia occidente. Pero, sobre todo, se halla en el corazón de Laila, done brilla con el esplendor de mil soles” (pág. 377).
25. Termino con el deseo de la propia Laila para su futura hija:”Pero el juego sólo sirve para nombres de varón. Porque si nace una niña, Laila ya sabe cómo va a llamarse” (pág. 378).
Libro imprescindible para dejar de ser machista y construir un mundo mejor y más justo hombro con hombro con las mujeres.
Voy a destacar las frases más interesantes del libro que hablan sobre la injusta situación de la mujer en general, ya que son ellas, las grandes protagonistas del libro. Lo haré cronológicamente:
1. ”Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer. Siempre. Recuérdalo, Mariam” (Pág. 14).La frase se vuelve a repetir en la página 333. ¿Quién puede afirmar que no sucede lo mismo en España?
2. Su madre le dirá que la única habilidad que necesitará durante toda su vida será el resistir (tahamul, pág. 25).Imposible mayor estoicismo.
3. Resulta muy triste como se ve obligada a mantener su primera relación sexual con su marido (pág. 76-77).¿Cuántas mujeres sufren hoy día dicha crueldad?
4. Mariam, “se dispuso a limpiarlo todo, maravillándose de lo activamente perezosos que podían ser los hombres “(pág. 81).No se puede ser más descriptivo con menos palabras.
5. Sorprendente, la escena del descubrimiento de las revistas eróticas del marido, ejemplo de la doble moral reinante en Afganistán por parte de los hombres (pág. 82).
6. Pero al cabo de cuatro años de matrimonio, Mariam, sabía perfectamente lo mucho que podía soportar una mujer cuando tenía miedo.” Y ella lo tenía. Vivía con el temor a los cambiantes estados de ánimo de su marido, su temperamento imprevisible, su insistencia en llevar las conversaciones más triviales al terreno de la confrontación, que en ocasiones resolvía mediante puñetazos, bofetadas y patadas (pág. 95). Francamente, demoledor.
7. Mucho más esperanzadoras las palabras de Baby a su hija:”Porque una sociedad no tiene la menor posibilidad de éxito si sus mujeres no reciben educación. Laila. Ninguna posibilidad (pág. 110).
8. Laila muy lúcida reconoce:”Los chicos se plantean la amistad de la misma forma que el sol: daban por sentada su existencia y disfrutaban de su resplandor, pero nunca lo contemplaban directamente (pág. 126).
9. Terrible la situación de las mujeres en las regiones pastunes del sur o del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde los hombres consideran un insulto a sus tradiciones ancestrales “que sus hijas deban abandonar el hogar para estudiar y trabajar rodeadas de hombres” (pág. 129).
10. Muy contradictorio para la propia mujer el excesivo amor de las madres por los hijos varones en detrimento de las niñas. Laila medita que “nunca dejaría una huella indeleble, como habían hecho sus hermanos, porque el corazón de su madre era como una playa donde las huellas de Laila se borrarían siempre bajo las olas de su dolor, que crecían y se estrellaban contra la arena, una y otra vez” (pág. 137).
11. Muy simbólico el capítulo 24, donde se dualiza el amor y la barbarie como dos puntos antagónicos no femeninos. Cuando Tariq enseña su Beretta semiautomática a Laila le pareció negra y mortífera:”No me gusta- objetó-. Las armas me dan miedo (pág. 164). Dos páginas después (166) el amor hace acto de presencia:”así que dejó que Tariq la besara, y cuando él se apartó, fue ella quien se inclinó para besarlo a su vez, con el corazón en la garganta, un hormigueo en el rostro y un fuego que le abrasaba el vientre”. Para terminar con la prueba de la violencia y la barbarie que traen las armas:”Nila había ido corriendo de un lado a otro de la calle donde habían asesinado a Giti, recogiendo los pedazos de su hija en un delantal, sin dejar de chillar histéricamente”(pág. 168). Imposible mayor dolor.
12. Impresionante la fortaleza que demuestra Laila para conservar el único recuerdo que le queda de Tariq: su futuro hijo del cual no debe saber su paternidad su actual marido Rashid.”Más tarde, cuando estuvo segura de que él se había quedado dormido, Laila metió la mano sigilosamente bajo el colchón para sacar el cuchillo que había escondido allí antes, y se pinchó la yema del dedo índice. Luego levantó la manta y dejó que el dedo sangrara sobre las sábanas donde habían realizado el acto”(pág. 205).
13. Las circunstancias hacen que dos grandes mujeres se enfrenten en casa.”Después habían llegado los gritos. Habían blandido cacharros, pero sin lanzarlos, y se habían proferido unos insultos tales que Laila se ruborizaba al recordarlos…pero lo cierto era que en cierto modo le había gustado lo que había sentido al gritar a Mariam, al insultarla y maldecirla, al tener un objetivo sobre el que descargar toda la ira y el dolor que hervían en su interior”(pág. 218).
14. La escenas de malos tratos se suceden hasta el hartazgo.”A lo largo de los años, Mariam había aprendido a insensibilizarse cuando su marido la despreciaba, le hacía reproches, la ridiculizaba y la reprendía. Sin embargo, no había conseguido dominar el miedo que le inspiraba. Después de tanto tiempo, seguía echándose a temblar cuando Rashid iba por ella con aquella expresión de sorna, apretando el cinturón en torno al puño, haciendo crujir el cuero, y con los ojos brillantes e inyectados en sangre. Era el miedo de la cabra a la que meten en la jaula de un tigre, cuando el tigre alza la cabeza y empieza a gruñir” (pág. 224).
15. Solo las mujeres demuestran en la obra auténtico amor maternal por las niñas bebé. “De todos los placeres terrenales, el preferido de Laila era tumbarse junto a Aziza, con el rostro tan cerca del de su hija que veía ´como se dilataban y se contraían sus pupilas. Le encantaba acariciar con un dedo la tersa y delicada piel de la niña, sus nudillos, los pliegues de sus codos” (Pág 228).
16. El comienzo de una gran amistad entre Mariam y Laila.”Fue una mirada franca, cómplice. Y con aquel fugaz intercambio sin palabras, Laila comprendió que habían dejado de ser enemigas para siempre” (pág. 233).
17. La niña bebé aporta una ternura incuestionable a Miriam.”Jamás le habían entregado un amor tan incondicional, sin malicia alguna. Sosteniendo a Aziza, Mariam sentía deseos de llorar” (pág. 235).
18. El capítulo 36 (pág. 239-252) resulta atroz, de sadismo fuera de toda lógica pero real (¿cuántas criaturas estarán sufriendo ,a día de hoy ,en la misma ciudad ,la misma suerte?.Da asco pertenecer al sexo masculino. Horrible.
19. Lección ética nos da Laila cuando a punto de abortar un futuro hijo del odiado Rashid piensa que “el bebé no tenía culpa alguna. Y ya se habían producido suficientes muertes. Laila reflexiona que ya había visto sucumbir demasiados inocentes bajo el fuego de los enemigos, para que ella aumentara dicho número.
20. Uno de los pocos hombres que salen bien parados es Jack, el protagonista de la película Titanic (tan de moda en Afganistán en el año 2000): Todo el mundo quiere a Jack –dijo Laila a Mariam-. Eso es lo que pasa. Todo el mundo quiere que Jack los rescate del desastre. Pero no hay ningún Jack. No volverá, porque está muerto”.(pág. 279).
21. Preciosa la escena del reencuentro entre Laila y Tariq “Casi diez años. Pero, por un momento, al verse de nuevo a la luz del día con Tariq, se sentía como si todos aquellos años no hubieran pasado. La muerte de sus padres, el matrimonio con Rashid, las matanzas, los misiles, los talibanes, las palizas, el hambre, incluso sus hijos, todo se le antojaba un sueño, un extraño rodeo, un mero interludio entre la última tarde que habían estado juntos y el momento presente”(pág. 315).
22. La despedida de Mariam a la familia de sacrificio total:”-Para mí, todo acaba aquí. No anhelo nada más. Todo lo que deseaba de niña tú me lo has dado ya. Tú y tus hijos me habéis hecho muy feliz. Todo está bien, Laila yo. No te preocupes ni te entristezca” (pág. 329).
23. Se cumple la premonición de su amiga Hasina:”Cuando cumplamos los veinte, Giti y yo habremos parido ya cuatro o cinco niños cada una. Pero tú, Laila, harás que dos tontas como nosotras nos sintamos orgullosas de ti. Serás alguien. Sé que un día cogeré el periódico y encontraré tu foto en primera plana” (pág. 375).
24. El recuerdo de Mariam será imborrable para Layla: “Está en la risa de los pequeños, en los versos que recita Aziza y en las oraciones que musita cuando se inclina hacia occidente. Pero, sobre todo, se halla en el corazón de Laila, done brilla con el esplendor de mil soles” (pág. 377).
25. Termino con el deseo de la propia Laila para su futura hija:”Pero el juego sólo sirve para nombres de varón. Porque si nace una niña, Laila ya sabe cómo va a llamarse” (pág. 378).
Libro imprescindible para dejar de ser machista y construir un mundo mejor y más justo hombro con hombro con las mujeres.
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