Aprovecho la ocasión para agradecer a mis pacientes lectores/as su osadía, leyéndome. Muchas gracias a todos/as.
Dado que hoy, no puedo editar (??) en la wiki del Plan de Lectura, empleo mi blog para realizar breve sipnosis del libro recomendado por Luis Grande, "Como una novela" de Daniel Pennac (Anagrama). Todo un acierto.
Libro antidogmático, que responde de manera lúcida al problema (falta de interés) de la lectura en los colegios. La curiosidad no se fuerza, se despierta. La lectura ha de ser un regalo, no una obligación.
Estructurado en cuatro partes:
I.Nacimiento del alquimista.
II.Hay que leer (El dogma).
III. Dar de leer.
IV. El cómo se leerá (o los derechos imprescriptibles del lector), a saber:
1. El derecho a no leer.
2. El derecho a saltarse las páginas.
3. El derecho a no terminar un libro.
4. El derecho a releer.
5. El derecho a leer cualquier cosa.
6. El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
7. El derecho a leer en cualquier lugar.
8. El derecho a hojear.
9. El derecho a leer en voz alta.
10. El derecho a callarnos.
Brújula para que sepamos que no necesitamos tanto ser un profesor como un trovador, uno”de esos juglares de palabras que frecuentaban las posadas del camino de Compostela” – siempre mi querida Galicia -(página 91). De esta manera, conseguiremos aumentar las ganas de leer, de verdad. Basta una condición para esta reconciliación con la lectura: no pedir nada a cambio, absolutamente nada . “Nuestras razones para leer son tan extrañas como nuestras razones para vivir. Y nadie tiene poderes para pedirnos cuentas sobre esa intimidad” (página 169). Nos queda la posibilidad de ser una celestina que lee y lee, y, espera tranquilamente con amor.
Estructurado en cuatro partes:
I.Nacimiento del alquimista.
II.Hay que leer (El dogma).
III. Dar de leer.
IV. El cómo se leerá (o los derechos imprescriptibles del lector), a saber:
1. El derecho a no leer.
2. El derecho a saltarse las páginas.
3. El derecho a no terminar un libro.
4. El derecho a releer.
5. El derecho a leer cualquier cosa.
6. El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
7. El derecho a leer en cualquier lugar.
8. El derecho a hojear.
9. El derecho a leer en voz alta.
10. El derecho a callarnos.
Brújula para que sepamos que no necesitamos tanto ser un profesor como un trovador, uno”de esos juglares de palabras que frecuentaban las posadas del camino de Compostela” – siempre mi querida Galicia -(página 91). De esta manera, conseguiremos aumentar las ganas de leer, de verdad. Basta una condición para esta reconciliación con la lectura: no pedir nada a cambio, absolutamente nada . “Nuestras razones para leer son tan extrañas como nuestras razones para vivir. Y nadie tiene poderes para pedirnos cuentas sobre esa intimidad” (página 169). Nos queda la posibilidad de ser una celestina que lee y lee, y, espera tranquilamente con amor.
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