Una cantera que aguantó entrenando estoicamente durante toda la pandemia, que es de las pocas gratuitas de la provincia, que sigue creciendo día a día, no merece morir por falta de una pista donde practicar su deporte favorito.
Después de la reducción al 50% del tiempo de pabellón (de 4 a 2 horas semanales), resulta imposible que los cuatro equipos (prebenjamín, benjamín, alevín e infantil) mejoren sus capacidades.
Rogamos que alguien se apiade de nosotras y nos ofrezca una solución.
Me duele cada entrenamiento que se pierde de los que teníamos programados.
Estas niñas merecen un horario digno por su ilusión y entrega.
Cinco bajas ha producido el último entrenamiento en la pista exterior que nos ofrecieron. Nadie podrá achacarnos que no lo intentamos.
El viernes probaremos otra pista exterior, sin servicios, sin redes y con el peligro de que muchos balones terminen en un centro educativo colindante cerrado.
QUE ALGUIEN NOS AYUDE. TENDRÁ NUESTRA GRATITUD ETERNA. SALUD.
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