Tercera entrega de la serie de TOURÉ. Giro copernicano de Jon Arrtexe en su forma de plasmar la cruda realidad de miles de personas que conviven entre nosotros. La dedicatoria es un toque de atención. "A todos esos africanos que no existen a pesar de estar entre nosotros"(5).
Llegar a Bilbao es una auténtica tortura entre las miserias del camino, el hambre, la sed, las palizas, las violaciones,...
Ya queda poco del humor de las dos anteriores obras (véanse "19 cámaras" y "612 euros"). Una negra sombra lo invade todo. Pocas veces he leído un final tan desgarrador.
El título vendrá de la intuición de madre que tiene Mariam (mujer de Touré) a miles de kilómetros (Burkina Fasso) sobre la desaparición de su hija Sira. "No sabía qué es, pero hay algo que la preocupa, algo con lo que se ha despertado esta mañana y que la ha acompañado durante todo el día, algo que sigue ahí, como una sombra cerniéndose sobre su alma"(91).
Doscientas cuarenta y seis páginas en cinco capítulos, dos con nombres de mujeres (SIRA, UWA), y los otros tres de ríos (ADOUR, BIDASOA, NERVIÓN). Dos mujeres jóvenes que han sido madres y tres ríos que dan vida también.
Touré buscará desesperadamente a su hija (SIRA) entre España y Francia. Él la trajo a Europa para una vida mejor. "Recordaba muy bien cuánto me costó proteger a Sira. Por el camino nos encontramos con tipos peligrosos cerdos que se la comían con los ojos, y los peores eran precisamente quienes, en teoría, debían darnos protección: los policías de fronteras y controles."(55).
Mientras, en Bilbao, La Pequeña África de San Francisco sigue su cotidiana existencia con sus zonas de influencias: Corazón de María (gitanos), Dos de Mayo (magrebíes), Doctor Fleming (subsaharianos),... La vida debe continuar ajena al sufrimiento de nuestro querido investigador.
Terminé la novela con lágrimas en los ojos.
Aspectos de TOURÉ:
* Ha añadido un nuevo servicio en sus tarjetas de visita: el de gigoló.
* El todo por la pasta no incluye servicios gays.
* Ha tenido que volver a compartir cuarto con Osmán.
* Es animista.
* Se disfraza de Gerónimo Stilton en la feria del libro de Bilbao.
* Su dolor al final de la novela se hace insoportable.
Personajes:
* Uwa, joven nigeriana, contrata a Touré para que encuentre el hijo que vendió.
* Etxebe, ertzaina moreno con el pelo cortado a cepillo que no para de fastidiar a Touré.
* Ertzaina pareja de Etxebe, calvo y duro.
* Cristina, su Sa Kené, expresión que en Mali y Burkina Faso se reserva para las mujeres más guapas. Trabaja en la farmacia Arteta.
* Txema, uno de los pocos amigos que tiene Touré en el Bilbao Blanco, librero motero.
* Chihab, camarero del Berebar.
* Ibrahima, senegalés menudo que siempre anda sin un céntimo. Intenta estampar una "Carolina" al alcalde de Bilbao. "En sus ojos brillantes se adivinaba bondad, pero también que no estaba muy bien de la cabeza"(36).
* Mariam, mujer de Touré. "Mariam tiene toda su esperanza puesta en el futuro, y a ella se aferra como a un salvavidas que la mantiene a flote en un mar de incertidumbre y soledad"(48).
* Iratxe, pianista, del Banco del Tiempo, responsable de Aldauri, una ONG.
* Santi, el marido de Iratxe.
* Maite, la panadera.
* Philip, sin techo, blanco, barbudo y que siempre lleva un gorro de lana de color rojo oscuro.
* Lupe, señora de la bacaladería de Irún.
* Kingsley, nigeriano superviviente nato. "No soy el tío más honrado del mundo, pero cuando hay personas de por medio no quiero saber nada"(206).
* Gaspar, viejo racista de Irún.
* Eddy, vecino nigeriano de Irún.
Frases lúcidas:
* "Nadie se preocupa del de al lado, bastante tiene cada uno con lo suyo"(45).
* "Las cicatrices de sus mejillas hace años que se cerraron, las de su corazón están en carne viva"(50).
* "Y es que es imposible entenderse con quien, en realidad, no tiene ninguna intención de hacer desaparecer la marginalidad de San Francisco"(73).
* "Aquí los que manejan los hilos, ya sean políticos, banqueros, o hijos de reyes, pueden robar todo lo que quieran sin ir a la cárcel"(88).
* "En todas partes hay injusticia y corrupción, incluso aquí, aunque a esto lo llaman primer mundo"(89).
*`"Entre todos los tipos de racismo que aguantamos los africanos, ese es el que más me revienta, el que ejercen los antiguos hacia los nuevos"(216).
La reflexión final de esta tristísima novela no tiene consuelo posible. "Pero es evidente que Europa no es el paraíso que muchos imaginábamos al salir de África. Bebés negros para consolar a parejas blancas, criaturas arrancadas de los brazos maternos para saciar los caprichos sexuales de degenerados, órganos de niños pobres para salvar la vida de niños ricos...¿qué clase de mundo es este?"(244).
Como europeo del primer mundo siento vergüenza e impotencia. SALUD.
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