El cine de Woody Allen nunca decepciona. Cada año estrena su película que se convierte en un hábito saludable. Sin encima se sitúa en New York (Central Park, Greenwich Village, MOMA,...) la cita es obligada.
En esta historia de amor juvenil, Gatsby (Timothée Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) van a pasar un fin de semana de "tortolitos" en la gran ciudad. Pero entre una cosa (ella quiere entrevistar a una gran director de cine) y otra (él empieza a encontrarse con conocidos) estarán toda la película alejados.
Destacan en esta obra: la joven con carácter, Chan (Selena Gómez);
el director de cine en crisis existencial y artística, Roland Pollard (Liev Schreiber); el guionista infiel que recibe su propia medicina, Ted Davidoff (Jude Law); el actor narcisista, Francisco Vega (Diego Luna); la prostituta de lujo, Terry (Kelly Rohrbach); la madre de Gatsby (Cherry Jones) y la mujer despechada, Connie (Rebecca Hall). Y entre este mosaico de personajes, la belleza especial (maravillosa fotografía de Vittorio Storaro) de Nueva York.
En definitiva, es una apología del amor en los días grises y tristes, y por qué no decirlo, una crítica severa a todo el mundo del cine.
Escenas memorables:
* La hermosa canción al piano del joven Gatsby.
* El beso para la película que ruedan entre Chan y Gatsby.
* La prostituta de lujo haciéndose valer ante el jovencito.
* La fiesta del mundo del cine con todos los hombres tirándole los tejos a Ashleigh.
* La bronca entre el guionista y su mujer al salir del encuentro con su amante.
* Los diálogos durante la visita de Chan y Gatsby al MOMA.
* El discurso fundamental madre-hijo contándole toda la verdad de cómo conoció a su padre.
* La huida casi desnuda cuando llega la amante del actor.
* El último paseo en coche de caballos antes de la decisión definitiva.
* Debajo del reloj besándose ilusionadamente Chan y Gatsby. Happy End.
Si quieren salir con una sonrisa serena del cine, vayan a ver esta película. SALUD.
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