"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

jueves, 23 de mayo de 2019

Dos hermanos inolvidables


El director francés, Jacques Audiard, cumple su sueño realizando un western magistral. Estamos en Oregón, en el año 1851, aunque la película ha sido rodada entre la bellísima Sierra de Urbasa (Navarra), los imponentes Pirineos y Monegros (Aragón) y el mítico Desierto de Tabernas (Almería). Los dos hermanos, Eli (prodigioso, John C. Reilly) y Charlie (camaleónico, Joaquin Phoenix) componen una historia inolvidable para los amantes de este género.
Los diálogos de ambos hermanos sobre la vida, la muerte, la relación con el padre, el amor, el futuro, la ambición, la codicia, la venganza,...pocas veces se han dado en una obra sobre el oeste americano. La conversación es una catarsis psicológica necesaria para exteriorizar una infancia traumatizante.
Warm (sorpresivo, Riz Ahmed) es perseguido - bajo patrocinio del Comodoro - por su fórmula química para encontrar oro. Su utopía de crear un falansterio donde se pueda vivir en igualdad y libertad, será el leitmotiv de su existencia.
El rastreador J. Morris (formidable, J. Gyllenhaal) que lo anota todo en sus cuadernos, irá cambiando su papel a partir de conocer a Warm. Se desprenderá de la culpa (en relación a su padre) y quedará liberado.
Cuando los cuatro se unen en un mismo proyecto, todo se va al garete. Sólo quedará el aprendizaje moral.
Siempre habrá un padre para empezar a odiar, y una madre, para acabar en paz. La codicia y la ambición son más fuertes que los sueños.
A destacar también, la soberbia banda sonora de Alexandre Desplat que armoniza plenamente el conjunto.
Por 3,90 euros merece la pena el espectáculo. Vayan y disfruten.

Escenas memorables:
* Cuando descubren lo que es un cepillo de dientes y sus efectos. 
* La tarántula entrando en la boca de Eli y sus terribles consecuencias.
* Las borracheras de Charlie que superan a las de su padre.
* La muerte de Barreño, el querido caballo de Eli, como elogio animalista.
* La bienvenida final de la madre en su rancho solitario.
* La contaminación química del río que provoca la muerte y la desolación.
* El encuentro entre Eli y la prostituta quien se siente tan bien tratada que no puede seguir con su servicio.
* El intercambio de disparos nocturnos y el caballo en llamas.
* La amputación del brazo de Charlie y la defensa épica de Eli, solo ante el peligro.
* La vida en la ciudad de San Francisco en aquella época.

P.D. Ojalá pasen esta película por las salas sanluqueñas. El buen cine lo merece. SALUD.

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