Rápida, agitada, intensa. Creo que es la mejor definición de esta obra de Daniel Monzón: trepidante. Es una película de acción y punto.
Respetable guión de Jorge Guerricaechevarría y buena banda sonora de Roque Baños.
Tres magníficos actores que destacan: Luis Tosar , Eduard Fernández y Sergi López. Cumplen dando realismo y tipismo - diálogos chispeantes y llenos de humor -: Jesús Castro (el Niño), Meriem Bachier ( su novia) y Jesús Carroza (el Compi).
Nunca dieciséis kilómetros de agua han dado para tanto. Dos mundos diferentes pero con la misma miseria moral. La codicia atrapará, paso a paso, a quien la pruebe. Ya nada será igual. Todo se complica hasta límites insospechados. Quien entra en el trapicheo del narcotráfico no sale indemne. La corrupción salpicará la propia policía, donde nadie se fía de nadie. Sólo el amor de una mujer puede redimirte.
Escenas a destacar:
* la recogida de una piedra en la playa de Marruecos por el Niño, después de cruzar el Estrecho en su moto náutica;
* la ya emblemática persecución entre el helicóptero y la planeadora;
* los tambores de Ketama en plena faena y sus "plantaciones alucinógenas";
* el hundimiento del helicóptero con los tres policías dentro;
* las grúas bailoteando, los cargueros y contenedores en el muelle (localizaciones y escenarios perfectos);
* los amplios planos del mar mientras avanza el Niño;
* las miradas finales en la playa entre Luis Tosar y Eduard Fernández, simbolizan la decepción de toda una vida;
* la belleza de los pueblos marroquíes que dan ganas de visitar;
* las brutales matanzas o ajustes de cuentas, por parte de la mafia de los países del Este;
* las deshumanizantes idas y venidas, de los pasos fronterizos entre Marruecos y España.
Que nadie espere una obra maestra pero tampoco se ahorre de ir a verla. SALUD.
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