domingo, 28 de agosto de 2011
Lectura Recomendada :"Justicia" de Michael J. Sandel
Termino mis lecturas de vacaciones con este libro de 348 páginas, que se dedica a reflexionar sobre si hacemos lo que debemos, en esta sociedad globalizada, examinando el papel de la justicia en nuestras vidas. Deteniéndose en cuestiones tan polémicas como el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual, el patriotismo o la disidencia (¡qué me puede contar a mí!), Sandel muestra que las cuestiones más importantes que afrontamos como ciudadanos pueden someterse a un debate racional.
Diez capítulos, a saber:
1. Hacer lo que es debido.
2. El principio de la máxima felicidad. El utilitarismo.
3. ¿Somos nuestros propios dueños? El libertarismo.
4. Ayuda de pago. Mercado y moral.
5. Lo que cuenta es el motivo. Immamuel Kant.
6. En defensa de la igualdad. John Rawls.
7. Argumentos sobre la acción afirmativa.
8. ¿Qué se merece cada cual? Aristóteles.
9. ¿Qué nos debemos los unos a los otros? Los dilemas de la lealtad.
10. La justicia y el bien común.
En el curso del viaje filósofico ( de más de dos mil años) que supone el libro, se exploran tres maneras de enfocar la justicia. Una dice que la justicia consiste en maximizar la utilidad o el bienestar (la mayor felicidad para el mayor número).La segunda dice que la justicia consiste en respetar la libertad de elegir, en cualquier ámbito. La tercera dice que la justicia supone cultivar la virtud y razonar acerca del bien común. Michael Sandel se inclinará por una versión de este tercer enfoque.Vayamos a cómo defiende su tesis.
El enfoque utilitarista tiene dos defectos: en primer lugar, hace de la justicia y de los derechos cosa de cálculos, no de principios; en segundo, al intentar traducir todos los bienes humanos a una medida simple y uniforme de valor los allana sin tener en cuenta las diferencias cualitativas que hay entre ellos.
Las teorías basadas en la libertad resuelven el primer problema pero no el segundo. Se toman los derechos en serio e insisten en que la justicia es más que un mero cálculo. Aunque discrepan entre sí sobre qué derechos deben pesar más que las consideraciones utilitaristas, coinciden en que ciertos derechos son fundamentales y deben ser respetados. Pero más allá de singularizar ciertos derechos como dignos de respeto, aceptan las preferencias, tal y como son, de las personas. No nos exigen que cuestionemos las preferencias y deseos con los que participamos en la vida pública o que les plantemos cara. Según estas teorías, la dignidad moral de los fines que perseguimos, el significado y la importancia de nuestras vidas, y la calidad y carácter de la vida en común que todos compartimos caen más allá de lo que a la justicia. Y esto le parece un grave error a Sandel.
No se llega a una sociedad justa solo con maximizar la utilidad o garantizar la libertad de elección. Para llegar a una sociedad justa hemos de razonar juntos sobre el significado de la vida buena y crear una cultura pública que acoja las discrepancias que inevitablemente surgirán.Reivindica, en definitiva, una POLÍTICA DEL BIEN COMÚN.Y esta requerirá:
* un intenso sentimiento comunitario (que deberla cultivarse en la escuela pública),
* establecer los límites morales a los mercados (ya estamos sufriendo y lo que nos queda, las consecuencias de esta falta de escrúpulos),
* una mayor y justa distribución de la renta y del patrimonio (que mejore la solidaridad que la ciudadanía democrática requiere),
* reconstrucción de la infraestructura de la vida cívica (potenciando especialmente los servicios públicos).
* una política basada en el compromiso moral (será un fundamento más prometedor de una sociedad justa que el mero relativismo o la elusión).
"Justicia" es entretenido (aporta multitud de casos ocurridos en EEUU), estimulante (plantea muchas dudas ante las que te quedas perplejo) e inteligente (demuestra sus más de treinta años de docencia con universitarios).Estoy seguro que si las personas que me tienen ese "odio enconao", lo hubiesen leído y reflexionado, hoy no estaría un servidor expedientado, y la paz y la concordia, reinarían en nuestro colegio. Aún estáis a tiempo de no mancillar el nombre de este libro. SALUD.
P.D. A partir de ahora, me toca leer en el libro de la vida (el más difícil de entender de todos) y bajar a los infiernos (solo ante el peligro).¡Qué Dios me coja confesado!¿Qué me tendrán preparado?
Gracias por su aporte,me parece muy claro y conciso lo que nos dice usted referente al libro tiene mucha similitud a la realidad que vivimos todos en este mundo global,que tiene tantas falencias y siempre recompensa a unos pocos.
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