50 años para no olvidar

Hoy se cumplen 50 años de la publicación del artículo "Los presos olvidados" en un dominical londinense. Fue el inicio de lo que alguien calificó como "una de las mayores locuras de nuestra época".

El artículo con el que Peter Benenson lanzaba un llamamiento a la acción, una campaña concebida para un año de duración pero que se transformó en uno de los movimientos más importantes del mundo. Benenson pidió a la sociedad que recordara a "los presos olvidados", y puso como ejemplo a dos jóvenes portugueses que habían sido encarcelados por alzar sus copas en un brindis por la libertad. También citaba casos de presos que habían sido liberados gracias a la acción internacional, entre ellos, el profesor español Tierno Galván.

Por fortuna para miles de esos presos olvidados, desde entonces esa "locura" no sólo se impuso, sino que continúa. Desde entonces hemos hecho campaña con éxito por la libertad de miles de personas encarceladas por motivos de conciencia. Juntos hemos salvado innumerables vidas.

Con el paso de los años, la organización ha ido ampliando su mandato, para incluir desde la oposición a la pena de muerte y a la tortura, hasta la plasmación de los derechos económicos y sociales, como demanda nuestra campaña EXIGE DIGNIDAD.

En estos 50 años, el mundo ha cambiado, pero no así el imperativo de que las personas se alcen unidas para combatir la injusticia y proteger los derechos de los seres humanos, dondequiera que estén.

Al cumplir 50 años, en Amnistía Internacional nos comprometemos a redoblar nuestros esfuerzos para fortalecer el movimiento global a favor de los derechos humanos. Y a seguir luchando para asegurar que nadie se sienta jamás tan solo en su desesperación como para no ver una salida. SALUD.

P.D. Pido al claustro del CEIP LA DEHESILLA que reconsidere su actitud, y que vuelva a incorporarse a la Red Internacional de colegios colaboradores con Amnistía Internacional. Por encima del odio que puedan tenerme, hay vidas en juego. Creo que pueden darse por satisfechos con que aparezca en mi expediente como falta muy grave, mi apoyo a la campaña "Cambia sus vidas: ¡actúa!", y mi responsabilidad por inscribir al centro en dicha Red.¡Reflexionad!