jueves, 21 de septiembre de 2023

Lectura Recomendada: "La oscura huella digital" de Philippe Squarzoni

 

Obra imprescindible que debería ser de lectura obligatoria en todos los institutos del mundo.

Acelerada por la pandemia y los sucesivos confinamientos (ese gran experimento a escala global de un mundo sin contacto), la digitalización de nuestras sociedades avanza cada vez más rápido.
¿Realmente es posible que las nuevas tecnologías digitales ayuden a reducir nuestra huella de carbono y el colapso de los ecosistemas?
Nada es menos probable.
No podemos olvidar que el capitalismo funciona sobre la conocida y contradictoria base del crecimiento infinito en un planeta con recursos finitos.
Por ello, los reyes de Silicon Valley intentan presentarnos la ficción de una desmaterialización tecnológica que, según ellos, permitiría limitar el saqueo apocalíptico de la naturaleza al tiempo que sería capaz de satisfacer el apetito insaciable de los ciudadanos-consumidores por el último modelo de smartphone y las nuevas actividades de ocio.
Con esta obra a medio camino entre el ensayo gráfico, la investigación periodística de urgencia y el relato autobiográfico, SQUARZONI demuestra que esta ficción ecologista a favor de las innovaciones digitales es en realidad un discurso ideológico orientado a aumentar los beneficios económicos de las grandes empresas, así como su cuota de poder y su dominio sobre nuestros datos personales.
Da miedo pensar en el poder de GAFAM: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft.
Es falsa la solución milagrosa para el problema del calentamiento global.
¿Y por qué se trata de una ficción?
Ante todo -nos expone el autor combinando a la perfección ritmo narrativo, lucidez argumental y datos implacables- porque el consumo energético de las nuevas tecnologías digitales crece exponencialmente, al igual que la adquisición por parte de los usuarios de nuevos dispositivos, que además se ven incitados a reemplazar con frecuencia por modelos más recientes a causa de la obsolescencia programada y la omnipresente publicidad.
Por otro lado, estos aparatos miniaturizados requieren enormes cantidades de materiales esencialmente no reciclables, y dependen de servidores informáticos, centros de datos y cables submarinos que también son muy contaminantes y consumen mucha energía.
Esta es una investigación demoledora que desvela la cara más oscura de esa supuesta desmaterialización de nuestras sociedades.
Nos alerta sobre sus consecuencias y lanza una llamada final e inaplazable.
Se debe formular nuevos modelos de existencia y nuevas formas de lucha para defender un futuro posible y para todos.
Doscientas sesenta y cinco páginas de una lucidez máxima sobre el futuro que nos espera si no cambiamos el rumbo.
En los institutos puede ser una herramienta útil y una lectura fascinante.
Los cuadros estadísticos no tienen desperdicio y muchos de ellos son aterradores.
La tecnología digital no resolverá por arte de magia los problemas ecológicos. Por sus propias características no está al servicio de la transición energética sino al de los gigantes de Silicon Valley.
Mientras que la restricción climática impone una drástica reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, la industria digital aumenta su consumo de energía un 7% al año.
La principal causa de contaminación digital son las materias primas necesarias para  fabricar los 37.000 millones de teléfonos, tabletas y ordenadores que circulan hoy por el mundo.
En 2019 únicamente se recuperó y trató el 17% de este tipo de basura en todo el mundo.
Sin un sistema riguroso de gestión de residuos, que ponga fin a la organización informal o ilegal, las sustancias tóxicas contenidas en los aparatos electrónicos seguirán liberándose en el medioambiente de los países del tercer mundo.
Impactante ensayo gráfico para tomar conciencia salvando al planeta y a nosotros mismos. SALUD.

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