viernes, 3 de marzo de 2023

Obra maestra antibelicista

 

EDWARD BERGER consigue componer una auténtica obra maestra con la adaptación de la novela "Sin novedad en el frente"(1929) de ERICH MARIA REMARQUE. Ciento cuarenta y siete minutos de brillante cine antibelicista.

La novela cuenta sin tapujos los horrores de la guerra desde el punto de vista de cuatro amigos de 19 y 20 años que cegados por un ingenuo patriotismo se alistan voluntariamente en el ejército alemán para combatir durante la Primera Guerra Mundial en la Francia ocupada.
El proceso de descomposición de la visión heroica de la guerra, la pérdida de la inocencia a través del dolor y el sinsentido de un conflicto donde los soldados son utilizados como marionetas por los oficiales en sus despachos, son algunos de los temas que trata Erich Maria Remarque sin morderse la lengua, algo que le causaría bastantes problemas con el ascenso de los nazis al poder que lo considerarían un enemigo y procedieron a quemar sus libros.
Resulta desalentador que casi un siglo después de que se publicara la novela de Erich Maria Remarque tengamos que asistir en la vida real a hechos tan terribles como la invasión de Putin a Ucrania desde donde nos llegan imágenes de muertos agolpándose en las calles o en las fosas comunes. No hemos aprendido nada.
Sin novedad en el frente despoja a la guerra de cualquier heroísmo y la convierte en una lucha por la supervivencia donde los perros de los oficiales comen mejor que los soldados en las trincheras. Es una película de ritmo lento, de las que ya no se hacen, sin ninguna concesión a las demandas de un productor preocupado por el público. Es pura expresión personal del creador, por eso no es una película para todo el mundo, sino para aquellos a los que les guste el cine de calidad.
La trama gira en torno a un grupo de amigos encabezados por el gran protagonista Paul Bäumer( actor austriaco Felix Kammerer), que se alista falsificando la firma de sus padres porque quiere ir a la guerra con sus amigos y así defender a su querida Alemania. Al poco andar lo que sería una aventura épica movilizada por discursos nacionalistas, se torna en un infierno cada vez más intenso.
El sufrimiento de los que están en primera línea de combate contrasta con las frías negociaciones en los despachos donde se esgrime una visión absurda del honor como bandera patriótica mientras se toma una taza de café. «Dale poder a un hombre y se convertirá en bestia», es una de las frases clave que se escuchan en la película.
Vivir entre el barro, las balas, las trincheras y miles de cuerpos a diario mutilados en la tierra van cambiando rápidamente la visión y necesidades de ese grupo de amigos. A través de los ojos de su protagonista, un ser lleno de luz, la va perdiendo a medida que avanza la historia juntos con la fotografía que va perdiendo color sumiéndonos a un mundo gris y oscuro. Paralelamente se lleva a cabo otra historia que es la encrucijada política sobre la negociación alemana que deben tratar de conseguir parar la cruenta guerra.
Estamos ante un paseo crudo, durísimo, realista, hipnótico y magistralmente eterno por la locura absoluta que supone cualquier guerra, en este caso, la I Guerra Mundial. Diecisiete millones de muertos, ¿para qué? No tenemos solución. SALUD.

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