Sólo creadores geniales, como GENNDY TARTAKOVSKY, pueden unir el destino de un cavernícola y un dinosaurio para componer una serie maravillosa.
TARTAKOVSKY logra plasmar la crueldad y la violencia de la naturaleza más primitiva, llevándola a sus últimas consecuencias.
Cada episodio que ves, te hace desear seguir avanzando, profundizando en esta inexplicable historia de supervivencia y compañerismo, donde los gestos valen más que mil palabras.
Cada capítulo enfrenta a estos singulares amigos a un sinfín de peligros y enemigos de toda clase, que solamente juntos logran combatir.
Los dibujos son una maravilla visual, no solo por los paisajes y las tonalidades que ofrece, sino por el original trazo que realiza. Tres capítulos (de apenas veinte minutos cada uno) han bastado para engancharme a una serie sobresaliente. Me queda mucho por disfrutar. SALUD.
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