Basada en la novela de la maravillosa escritora, Gillian Flynn ("Sharp objects"), y dirigida con mano maestra por Jean Marc Vallée, los ocho capítulos ("Desaparecer","Suciedad", "Arreglar","Gloria", "Intimar", "Virgen", "Enamorarse" y "Leche") irán atrapando al espectador.
Amy Adams llena la pantalla ella sola como Camille. Es la periodista autodestructiva que regresa a su pueblo natal para informar de un doble asesinato de niñas, una de ellas, su propia hermana. Ambiente hostil, sórdido y miserable en la América profunda.
Todos los habitantes del pueblo (Wind Gap) parecen esconder algo, dentro de un ambiente malsano y turbio. Adora (magnífica Patricia Clarkson) es la hipocresía y la demencia hecha persona. Amma (Eliza Scanlen), hermana de Camille, es bipolar, ángel o demonio. Este trío de mujeres centralizan toda la acción lenta y claustrofóbica.
Richard Willis, el detective es el principal personaje masculino. Hará buenas migas con Camille. También destacará su jefe redactor, Frank Curry, que terminará salvándole la vida.
La ambientación está muy conseguida, la fotografía es preciosa y la banda sonora inapelable.
Presente y pasado irán cocinándose a fuego lento para desencadenar un final angustioso.
Atención a la casita de juguete, y a las escenas entre y post créditos. Terminan dando miedo y planteándote si estamos equivocados. SALUD.
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